Hacía algo más dos años que me había ido de España, estaba cansada de aquello y sabía que si me quedaba allí, solo iba a seguir así hasta consumirme. Acabe bachiller, y tras hablarlo mucho con mis padres, decidieron darme una oportunidad y financiarme lo suficiente para poder vivir un año en california, hasta que yo consiguiera mantenerme por mi misma. Esto, además abría muchas oportunidades a mi meta, mejorar como actriz y poder vivir de ello.
Todos mis pensamientos se desvanecieron cuando mi iPhone empezó a sonar. Mire la pantalla del movil y lo primero que vi fue:
"Llamada entrante de Dallish:)", era Esther, como todas las mañanas, siempre me despertaba su llamada de facetime, descolgue la llamada con mala gana y deje el iphone sobre mi cama levantandome.En mi pantalla apareció una castaña con ojazos y una sonrisa que te contagiaba felicidad, algo en lo que Esther era experta. Además, siempre se lo decía, si se lo proponía, podría desfilar en cualquiera pasarela perfectamente, pero ella era más de pasar horas y horas dibujando que mostrando su belleza.
- Ya era hora bella durmiente.- dijo ella algo molesta.- estoy aburridisma aqui, sabes que madrugar no es lo mio.
- ¿Madrugar? - dije algo confusa ya que en España, según mis cálculos, era de noche.- Estas fumada. -dije, y pude oir una risita algo mas lejos que la voz de Esther, la cual estaba insultandome por lo que había dicho, pero no le di importancia.
-Bueno tia, ¿estas en casa? - Me dijo algo mas alegre de lo normal.-
-Teniendo en cuenta que son las siete de la mañana aqui, pues si estoy en casa, y además despierta, no se quien me habrá molestado para despertarme la verdad -dije sarcásticamente.- Te cuelgo que voy al baño. -y antes de que pudiera despedirse, le colgue.
Esther POV'S:
Mire el móvil, y antes de que pudiera despedirme de ella me había colgado, mire a Monse, y puse los ojos en blanco.
-Llamamos y que nos abra la puerta, mas sorpresa que eso no hay Esther.- Dijo monse algo molesta. Monse era conocida por su gran simpatía, nótese la ironía. - Y no digas que es una mierda porque te juro que te doy una ostia, ya que he tenido que aguantarte todo el viaje en el avión babeando sobre mi hombro.- me reí.
-Vale, vale, relajate que pareces una matona de instituto.- golpee la puerta de casa de Maria.
Maria POV's:
Salí del baño y me dispuse a ir a mi habitacion a tumbarme en la cama de nuevo, pero como no, sonó el timbre.
-Lo siento. -le dije a mi cama desde el marco de la puerta de mi habitacion y me dirijí a las escaleras para bajarlas y abrir.
Llegue a la puerta y sin preguntar siquiera, la abri de golpe, y dos cuerpos se cayeron a mis pies, mire hacia mis pies, lugar donde estaban, eran Esther y Monse, me quede de piedra, hasta que consegui reaccionar.
-Estaría bien que nos levantaras del suelo.- Dijo Monse.
-Nah, aqui se esta bien.- Dijo la otra sacando la lengua.
Note como las lágrimas se acumulaban en mis ojos, y las levante, lo primero que hicimos fue darnos un abrazo, aunque mas bien, ellas me abrazaron a mi ya que yo me dedicaba a taparme la cara con las manos para que no me vieran llorar.
-No puede ser verdad. -dije quitandome las manos de la cara dejando que me vieran por fin.
-Eh, no no no, nada de llantos nena, porque ya estamos aquí. - Esther secó mis lágrimas haciendome sonreír.
-Y tenemos una muy buena noticia.- dijo Monse sonriendo orgullosa mientras cerraba la puerta de casa destrás de ella.
-¿Que noticia?. -dije muy intrigada ya que las dos se estaban mirando para ponerse de acuerdo.-
Esther asintió y las dos me miraron a la vez, las quiero mucho, pero cuando se ponen asi, dan miedo.
-NOS MUDAMOS A CALIFORNIA -hicieron una pausa cuando un grito salio de mi, no sin antes saltar de alegría.- y lo mejor de todo es, que somos vecinas -volvieron a mirarse- vale, esto esta empezando a dar miedo. -las tres nos reimos.-
-Decidme que no verdad.-dije algo asustada.
-No nena, ves esa casa de enfrente, pues esa es la mía. -dijo Esther haciendo un chasquido de dedos.-
-Y yo, voy a vivir en la casa de la derecha, pero de tu derecha, asi que, no, no es un sueño.
Las tres comenzamos a gritar de alegría, estabamos independizadas, yo ya tenía 19, lo cual en California se puede, Esther tenia 21 y Monse tenía 22, yo como siempre, soy la pequeña, pero os aseguro que la que mas uso de razón y madurez tiene. Siempre intento ser la más responsable, aunque teniendolas a ellas aquí, no se como me ira todo para ser sinceros.
-Pero tengo que advertiros que aun no conozco a los vecinos, no han estado aqui mucho, es más, creo que no vive nadie es esta parte de California casi. -dije algo sincera.- pero ya nos las apañaremos, supongo que a partir de ahora todo va a ser genial -les sonrei, y mi móvil comenzo a sonar.
Eran mis padres, solo querían preguntar si estaba bien.
-Eran mis padres, nada importante.-me encogi de hombros al ver que las chicas asentían- y bueno, vamonos a casa de Esther, que quiero ver como es.
Se nos había pasado el tiempo volando, fuimos a casa de Esther, estabamos tranquilas, hasta que monse dio un pequeño grito desde el cuarto de Esther, y subimos corriendo ya que nosotras estabamos abajo.