Llevados por el deseo. (HunHan)

Capítulo 8: Ellos no sabrán.

Sehun meditó su respuesta por unos segundos donde nos rodeó el silencio.

-Porque tengo motivos personales.- respuesta equivocada.

-¿Que?

-Luhan, anda a por una toalla y luego ve a descansar.- dijo volviendo su atención a su celular.- Mamá salió con unas amigas y me pidió que te mande a dormir temprano.

-A penas son más de nueve y media.- objeto.

-Si, así que has caso.- negando me acerco hasta sentarme en el sofá del lado.

-No cambies de tema.- pido.- Dime tus razones, dime el por qué te negabas a mi cita.

-... No quiero que uno de mis amigos salgan contigo.- se encoge de hombros.- Si hay problemas obviamente voy a defenderte pero eso significa perder su amistad y quiero ambas caras de la moneda, por eso me negaba.

-¿Eso es todo?.- mis ojos se vuelven a humedecer. Sehun frunce el ceño y con ese gesto se que he preguntado algo que no debía.

¿Que mas estaba esperando?

-...lo siento.- digo por tercera vez en la noche.- No se que me pasa.

-¿Que pasó?, con tu cita.- un sollozo logra escapar de mi garganta. Aun sentía tanto miedo.- Luhan.

-Nada, yo voy a tomar una ducha y me voy a la cama.- camino rápidamente hasta el baño.

Me acuesto en la bañera que una vez fue testigo de un gesto que sí era romántico.

Con rabia paso el jabón por todo mi cuerpo, arañando mis muslos, mi cuello y por cualquier lado donde Kris me haya tocado.

Una vez satisfecho, sintiendo que el efecto de la droga a pasado y a dolorido me voy a mi habitación. Me visto con ropa interior y una polera grande que llega hasta mis muslos.

Ya arropado en mi cama pienso en lo que esperaba de Sehun. Quería que dijera que él también está sintiendo esto raro, que quizá era deseo o quizá... Amor.

No podía pensar eso con mi hermano, sin embargo era imposible. ¿Que pensaría papá? ¿Que diría mamá?

-Luhan.- llamó Sehun al otro lado de la puerta.

-Vete, quiero estar solo.- pedí más porque no sabía si podría controlarme.

-Luhan.- tocó nuevamente la puerta.- Voy a entrar...

-No.- dije pero fue tarde. La puerta fue abierta y cerrada rápidamente y de inmediato sentí un peso al lado mio.

-¿Que te sucede hoy?.- preguntó descubriendo mi rostro. A pesar de la oscuridad su rostro se veía claramente.

-Nada.

-Has llorado mucho.- dice tocando mi rostro.- Estas hichadito.

Sonríe y siento como mi corazón da un vuelco.-Sehun...

-¿Si?

-Cuando...- me detengo abruptamente. ¿Debería hablar de ello? ¿Se acordará?

-Dime.- exije.

-Cuando tenia trece, ¿recuerdas el día en que nos volvimos a duchar juntos?.- su hermoso rostro se contrae en una mueca.

-Mierda, sabia que lo recordabas.- susurra.

-Ese día, me besaste.- Sus ojos se apartan de los mios y después de unos segundos asiente.- ¿Por que?

La lluvia suena fuerte contra el vidrio de las ventanas cerradas. Los segundos parecen sonar en mi mente, jugando con mi anticipación.