Llevados por el deseo. (HunHan)

Capítulo 9: Casa de cartas.

Desperté entre los brazos de Sehun, con mi cabeza apoyada en su pecho, con uno de mis oídos oyendo su tranquilo corazón.

A penas son las ocho y media de la mañana, así que trato de volver a dormir. Sin embargo no puedo, se que en cuanto Sehun abra sus ojos todo habrá acabado.

Me aferro a su cuerpo como si mi vida dependiera de ello. No quiero que se acabe, quiero despertar así cada día de mi vida, sentir ese amor...

-Luhan...- un escalofrío recorre mi cuerpo.- Luhan, se que estas despierto.

A pesar de que quedé en evidencia, no hable ni me moví.

-Mamá ya debe de estar por despertar.- susurra.- Debemos...

-Quédate de esta forma...- interrumpo.- solo un poco mas.

-Cinco minutos.- concede.

-Has que el tiempo vaya mas lento, por favor.- mis ojos se aguan pero me niego a dejar que las lágrimas caigan.

-Ven.- una de sus manos viaja hasta mi barbilla haciendo que eleve mi rostro. Sus labios buscan los mios y nos unimos en un fogoso beso.

-¡Luhan!.- grita mamá tocando la puerta de mi habitación. Ambos nos asustamos, y mientras yo estoy paralizado, Sehun logra reunir su ropa y aun desnudo se mete bajo mi cama.- Luuuu

-Paasa.- tartamudeo.

-Mi niño, ¿Sabes donde demonios está Sehun?.- niego.- Lo primero que le pedí y lo primero que hace.

Mamá se ve espantosa. Su maquillaje está corrido y unas ojeras se marcan debajo de sus ojos.

-¿Y a que hora llegaste tu?.- mamá me inspecciona.

-Antes de las diez.- respondo.

-¿Todo bien?.- asiento.- No parece, es que te vez nervioso y tu rostro está hinchado, ¿Has llorado?

-No, ¿Que tal te fue a ti?.- pregunto para cambiar de tema. Mamá se acerca y se acuesta a mi lado, donde Sehun estuvo hace unos instantes.

-Bueno, sólo te lo voy a decir a ti.- toma mi mano.- Ayer salí con un hombre.

Claramente oigo la maldición que lanza Sehun.- Lo siento.- sonrío.- Es que no me lo esperaba.

-Sehun no puede enterarse o enloquecerá, no te lo he dicho pero él tiene un serio problema de posesión.- ríe.- Todo lo que toca o ve cree que es de él.

-Ya me había dado cuenta.- murmuro.

-Bien, levantate de una buena vez, voy a preparar el desayuno.- dice dando un portazo.

Suspiro de alivio.

-Me va a oír.- dice Sehun mientras sale de su escondite. Cegado por la impotencia, se viste como puede mientras suelta todo tipo de maldición.

-No puedes reclamarle nada.- le recuerdo.- Tu no éstas aquí.

Frunce su entrecejo.- ¿Vas a permitir eso?

-Tiene todo el derecho de rehacer su vida.- pasa sus manos por su cabello, exasperado porque sabe que tengo razón.

-En fin, yo...- deja la frase en el aire porque no quiere herirme mas.

Reuniendo lo poco que queda de mi orgullo digo lo que ya no debería.- Te amo.

Sehun se acerca a mi y me da nuestro último beso.

Quisiera que esto sea un sueño, uno irreal, donde no pueda despertar. Ya sabia como terminaría pero aun así no puedo detenerme. No quiero.

Sin embargo él si.

Sin decir nada mas, se va de mi habitación, dejando un agridulce recuerdo de la mejor noche de mi vida. Y me permito llorar.

*******

Mamá insiste en saber que es lo que me pasa ya que el fin de semana entero me quedé en mi habitación, sin asearme o comer algo.

-Ya, mi niño.- pide. Niego una vez más.- En serio que es el colmo, uno deprimido y el otro desaparecido, ¿Que mierda les pasa a ustedes dos? ¿A caso pelearon?

-¿Desaparecido?

-Sehun me mandó un mensaje diciendo que no me preocupe, que hoy iba a la escuela y de ahí vendría a hablarme de algo.- intentó meter la cuchara en mi boca sin éxito.- Me rindo, contigo. Con Sehun ya lo hice hace mucho.

-Eso sonó mal.

-Solo soy una madre tratando de ser paciente con dos adolescentes.- se cruzó de brazos.- No es fácil... Si tan solo no...

-No ha sido fácil para nadie.- abrazo con mas fuerza mi almohada.- Tu perdiste a tu esposo pero nosotros perdimos a nuestro padre, aquel que siempre jugaba con nosotros. Mamá, ya ni siquiera recuerdo su rostro y Sehun sigue sin hablar de ello.

-Pensé que lo había hecho contigo.

-Pues pensaste mal.- cojo mi celular y verifico si tengo un mensaje de él,pero nada.

-¿Luhan tu que recuerdas del accidente?.- su pregunta me descoloca. En mi mente se oyen los gritos, las sirenas y los golpes de ese día, todo como un huracán llegando.

Muevo mi cabeza para despejar esos horribles recuerdos.- No voy a hablar de ello, ni ahora ni mañana. Ya le dije todo a la psicóloga.

-Si pero ella jamas me dijo todo por la confidencial paciente/doctor.- sus ojos me ruegan.

-No.

-¡MAMÁ!.- grita Sehun. Mi corazón se acelera.

-Voy a verlo, estoy expectante a lo que tenga que decirme.- dice dejandome sólo.

La curiosidad a mi también me llama, así que me asomo por las escaleras. No puedo verlos pero los oigo perfectamente.

-¿Y donde planeas vivir?.- oigo la voz de mamá.

-Chen puede darme un espacio en su habitación...

-Joder, Sehun.- lo interrumpe.- Me niego a que vallas de arrimado a otra casa teniendo una donde vivir, ¿Ahora se puede saber porque demonios quieres irte? ¿Peleaste con Luhan?

-No, ¿Que tiene que ver Luhan?

-Está deprimido, no sale de su habitación ni come.- Oigo como coloca un vaso en la mesa.- Ni siquiera a ido a la escuela, ¿No te diste cuenta?

-No.

-¿Sabes que le pasa?.- el silencio se hace.- Ustedes son muy unidos, ¿Por que no hablas con él?

-No puedo.- silencio otra vez. No logro ver lo que hacen pero apuesto por una guerra de miradas.- Tengo una cita.

¿Una cita? ¿Tan solo tres días después de haberme tenido?

-¿Conozco a la afortunada o afortunado?

-Es KyungSoo, el chico que irá a la misma universidad que yo.- ¿QUE? Ellos no, ¿Por que estas haciéndome esto, Sehun?

Me niego a oír mas, y con las mejillas ya mojadas regreso a mi habitación.

Los pensamientos que tenia antes vuelven, toda mi vida es como una construcción de cartas, todo es inestable, inseguro, peligroso.

Y primero fue papá y ahora a Sehun, ¿Que acaso estaba destinado a perder a las personas que mas amo?

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Capítulo inspirado en HOUSE OF CARDS de BTS.