Llevados por el deseo. (HunHan)

Capítulo 54: Capricho.

Narra Kyungsoo.

-Soo.- llamó KwanSong.- Te está esperando donde siempre.

Suspire, no porque estaba cansado, sino porque ahora estaba nervioso. Desde hace dos meses su presencia me ponia así, y sabia muy bien que se significaba aquello.

Y no estaba para nada seguro de querer a volver sentir todo eso. Al menos de la manera obsesiva.

Camine fuera de mi habitación, pasé por el largo pasillo y terminé llegando al patio donde siempre él me esperaba con una gran sonrisa.

-Kyungie.- saludó efucivamente.

-Hola tu.- a pesar de mi estado por él, seguía actuando como si me molestara. Claro que esto se debia a que no quería aceptar lo que sentía.

-¿Como has estado?.- y él seguía siendo él.

-Si lo que quieres saber es si otra vez he tenido pensamientos suicidas... No. No los he tenido.- sonreí sin gracia.

-Eso es bueno...- de nuevo su rostro decayó por unos segundos. Siempre pasaba cuando le recordaba lo que habia hecho hace un año y medio atras.

-Kim, tienes que superarlo.- me miró. Y yo evadi sus ojos mirando de frente.- Traté de matarme. Muchas veces, por eso estoy aquí, y lo estaré hasta que un maldito psiquiatra lo diga.

-...lo se.- susurró.- Es solo que, tengo pesadillas. En ellas se repite la vez que te encontré desangrandote y tu... Mueres. Y el miedo de que eso pase persiste.

-JongIn...- suspire de pura frustación. No sabia como lidiar con esto.- Lamento haberte causado un trauma

-Kyungie, no deberias disculparte...

-Pero lo estoy haciendo, dejame ser.- JongIn sonrió.

-Es impresionante que tu me estes...

-Detente ahí.- cerró su boca.- Una palabra mas y me largo. Y tambien voy a evitar tus visitas.

-Bien, no te voy a molestar.- sonrió una vez mas. Me acerqué un poco mas a él y le propiné un manotazo.- Auch, ¿por que hiciste eso?

-Tu sonrisa me estresa.- y me fascina.- Llevo soportandola mucho.

-No es excusa.- frunció el ceño.- Kyungsoo... Desde hace mucho quiero decir esto, y creo que ya no puedo mas... Yo. Yo...

Sabia lo que me diría. Jodidamente lo sabia, y estaba aterrado. Sus sentimientos eran muy profundos, todo lo contrario a mi. Con respecto a él.

-Kim...- trate de detenerlo pero se levantó.

-¡Te amo!.- gritó suavemente.- ¡TE AMO, DO KYUNGSOO!

Cerré fuertemente mis ojos al sentir todas la miradas sobre mi. Esto... Estaba mal. Muy mal.

-Se mi novio...- su dulce voz, su tierna sonrisa y su hermoso cuerpo hacia mi, me abrumó.

-Kim...- negué con mi cabeza.- No puedo.- todo él dejó de brillar. Lo apagué por completo.

-Soo.- murmuró.

-Tu no eres él.- sus ojos se cerrarón de puro dolor.- Lo siento...

Me levante dispuesto a irme pero Kim usó un arma letal para devolverme el dolor.

-Él volvió con su hermano.- dijo.- Ha comprado una casa a nombre de los dos. Y tambien se que tiene contacto con sus hijos...

-¡¿De donde lo sabes?!.- pregunté alterado.