La monotonía es agua que se atraviesa por mis poros. Diego lleva las bolsas de compras dentro de la sala de estar y yo me siento en una de las sillas, abanicando mi cara que expresa el cansancio de un largo dia de compras.
— ¿Estabas pensando comprar toda la tienda? —Jadea, limpiándose la cara con un pañuelo.
— No seas un bebé —Ruedo los ojos— No fueron tantas cosas.
— La cantidad de dinero que gastaste podria alimentar a toda una región de niños desnutridos.
— A diferencia de la cantidad de drogas que vendes, que podrían matar a toda una región de niños desnutridos.
— Les estaría haciendo un favor. Por lo menos no tendrían que pasar hambre.
— Eres un cretino, Diego.
—Ay.. sabes que me amas. Si no fuera gay estuvieras lanzándote sobre mi con tus muslos cremosos bien abiertos —Murmura, sonriendo descaradamente.
— La única manera de que alguna vez te abra mis piernas seria si estuviera borracha y caliente —Hago una pausa, estrechando los ojos— Ah, espera. Ya lo hice. Lo recuerdo muy bien.. me comiste bastante bien, eh.
Funciona. Se sonroja.— ¡Me prometiste no volver a hablar de eso!
— Y tu me prometiste que no te ibas a quejar cuando saliéramos de compras —Hago una pausa. Aqui viene la pregunta— ¿Has averiguado algo sobre Karina Wright? Necesito saber mas de ella. ¿Donde esta? ¿Que esta haciendo?
Su rostro se vuelve serio— _____...
— Encuentrala.
— Ha pasado un año..
— Si, Diego, ya se cuanto tiempo ha pasado. ¿Aun vamos a la fiesta esta noche? Ah, ¿es cierto que van a servir cocaína en bandejas? Eso suena divertido, ¿que piensas? —No responde— Hey, marica. ¿Que te pasa?
— Es solo que has estado saliendo mucho.
— ¿Ahora eres mi mama? —Sonrio, pero él no rie como hubiera hecho normalmente.
— _____, hace una semana perdiste el conocimiento enfrente del portero luego de llegar de una fiesta. Estabas tan borracha y drogada que ni siquiera pudiste entrar, ¿sabes lo peligroso que eso podria haber sido?
— Dios, ¿ahora me vas a dar un Jodido sermón? No lo necesito. Nunca he escuchado uno y tú no seras él primero en dármelo.
Juega con su anillo, esta incomodo.— Lucas y yo estamos preocupados por ti.
— ¿Metiste a Lucas en esto?
— ____, si esto es por To...
Mi temperatura se eleva. Tibio. Caliente. Fuego.— No menciones ese maldito nombre.
— Esto ya no es saludable.
— Vete —Diego trata de tocar mi brazo, pero me inclino hacia atrás— ¡Largate, Diego!
— Lucas...
— ¡No voy a hablar con Lucas! —Grito— ¡No he hablado con él desde que el hijo de puta me rechazo! No tenias derecho de hablar con él sobre mi ¡Largate de mi casa!
Se pone de pie y me da una mirada triste.— Lucas te quiere mucho.
— ¿entonces eso lo convierte en el único hijo de puta que lo hace?
— Yo también te quiero, princesa.
— Genial. ¿Ahora lloramos y nos tomamos de las manos?
— No —Responde en voz baja— Se supone que nos tienes que dejar ayudarte.
— Yo no necesito a nadie —Señalo la puerta— Ahora vete.
***
Luces apagadas. Cuerpos borrachos pegados unos con otros. La bandeja de plata viene hacia mi y veo mi reflejo borroso por el polvo blanco. Miro hacia el hombre que lleva la bandeja y me inclino para inhalar.Luces explotan en mi cabeza. Miro a mi alrededor y veo a Diego con Lucas. Se supone que me debo de enojar por esto, pero no siento nada. La mano de alguien se mueve hacia arriba de mi muslo. No se de quien es la mano, pero la empujo hacia arriba. Follame. Llename.
Él, sea quien sea capta la idea. Me besa los senos y yo le doy ánimos con gemidos entrecortados hasta que mi corazón comienza a latir violentamente y la lujuria desaparece inmediatamente. Estoy entre la conciencia, y la inconsciencia. Mitad soñando y mitad despierta. Veia a dos personas. Diego. Lucas. Pero más a Lucas.
— Dejame —Murmuro, empujando a Lucas con la poca fuerza que tenia. Aun recordaba como me rechazo la última vez que lo vi. Dos dias después de que Tom se fue, fui donde él y trate de acostarme con él. Me dijo que no. Que no era correcto. Que no podía aprovecharse de la situación. Vete a la mierda, Lucas. Tú y tu estúpida conciencia.
Aun asi, me carga entre sus brazos. Es muy fuerte, y Diego me cubre con su chaqueta para asegurarse de que no me de frío cuando estemos afuera. Mis hombres hermosos, cuidando de mi. ¿Ahora porque no follamos? ¿Porque no tomamos y inhalamos una linea de coca juntos?
Me quedo dormida en el carro, luego me levanto, solo para volverme a dormir. Este estado de cansancio me alcanza fácilmente. Diego maneja mientras Lucas me sostiene de forma segura.
Lo observo cuando creo que no me esta viendo. Mi enojo muere poco a poco. Toco su mandíbula y él me mira, sus ojos azules llenos de preocupación.
— ¿Lucas?
— ¿Si?
— Te extrañe.
Él no responde. No es necesario. Ajusta la chaqueta de Diego para que me cubra bien.
***
Un año y seis meses después.Ring. Ring.
Contesto.— ¿Quien jode tan temprano?
— ______ —Su voz me cae como balde de agua fría.. no, helada. La voz de Tom es tranquila y moderada. Profunda, ronca, como si estuviera falta de sueño. Que bien. Me acuesto sobre mi espalda y miro al techo. No hablo— ¿_______? ¿Estas ahi?
— Muerete.
Cuelgo el telefono.
El sueño llega fácilmente. Duermo con una sonrisa en el rostro y amargura en mi interior.
![](https://img.wattpad.com/cover/48792510-288-k35656.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Confesiones. Tom Kaulitz.
FanficFamosa novela de Nede 12. Te invito a leer esta enigmática novela. Una vez que inicies la historia no podrás detenerte. Todos los derechos a Nede Gayle.