Confesiones. Tom Kaulitz.

Capitulo 72.

— Te tengo una sorpresa —Dice, a traves del telefono.

— ¿Qué? —Salto cuando escucho un golpe en mi puerta— Tom... —Le advierto, asumiendo que el idiota habia logrado convencer al portero para que lo dejara subir.

— Es una buena sorpresa, _____. Te lo prometo.

Ruedo los ojos. Una sonrisa divertida aparece en mi rosto. Cuelgo el telefono y salgo de mi cuarto. El piso se siente frio contra mis pies. 

Abro la puerta y me encuentro con un par de ojos azules.

Quede confundida por unos segundos. ¿Que haca él aquí? Pone su mano en mi mejilla. La familiar sensación calida de su toque aviva algo dentro de mi como una pequeña llama. Un calor en mi estomago.

— Tu eres la sorpresa —Él me sonríe. Envuelve sus brazos alrededor de mi, y con ese simple acto hace que todo vuelva a estar bien. Cuando me acuesta en la cama, se toma su tiempo al desnudarme. Como si tuvieramos todo el tiempo del mundo— Te estaba esperando —Le digo, el toma mi mano y me besa la palma.

***

Unas horas antes..

— Hey loser, tengo que hablar contigo.

— Tus modales van de mal en peor —Responde con un suspiró. Rodo los ojos y me preparo un trago. Él lo escucha a traves del telefono— _____, deberías dejar de reemplazar el agua por alcohol.

— Si, mamá. Gracias.

— ¿Mamá? Apuesto que ______(tu mama) es la que te enseño a mezclar los tragos.

Gracias, ______.— Soy muy consciente de lo jodidos que estan mis padres. Ahora, tienes un minuto ¿o no? Necesito ayuda, ya que todo esto es tu culpa.

— ¿Con qué necesitas ayuda?

— Alex —Tom se ríe— ¡No es gracioso!

— Lo siento, pero ¿tu me estas pidiendo consejos de amor? Creo que el infierno se esta congelando.

— Ugh, es que tu me conoces más que nadie y necesito saber que puedo hacer, pero si te vas a comportar como un idiota, te recuerdo que hace seis años me dijiste que me ama-

—Esta bien —Interrumpe — ¿Qué necesitas?

— Alex ya sospecha que me cogi a Lucas y a ti. ¿Puedes convencerlo de que no es cierto?

— Ehh.. ¿Quieres que vaya a hablar con el tipo que me saco la mierda? Sabes que no soporto al Sr. Perfecto, ______.

— Aún asi trabajas con él.

— Solo porque tengo que hacerlo, y por lo general trato de no mencionar tu nombre delante de él, hermanita.

— Por favor deja de llamarme hermanita.

— No puedo, ya es costumbre.

— Ok, sigue mirandome como una hermana. Solo ten en cuenta que ya me has chupado la-

— ¡Esta bien! No te voy a llamar asi —Sonrio— De todos modos, ¿porqué es tan importante para ti que hable con él? Ni que lo amaras.

— ¿Y que te hace pensar que no lo amo? —Pregunto, fastidiada.

— No lo miras de forma diferente.

— Claro, como si tu supieras como miro a las personas que amo. ¿Porqué acaso te ame a ti?

Hay un largo silencio en la otra linea.

— No tenias que decir eso —Dice, secamente.

— Bueno, no me voy a disculpar.