Confesiones. Tom Kaulitz.

Capítulo 14.

'me estas quitando el aliento'

Llega la mañana siguiente, y estoy despierta a las 7 am. Si, soy así de rara. Aún que me la pase toda la noche tomando y haciendo Dios sabe que, todas las mañanas me levanto temprano. Nuestros papas llegan en una hora.

Voy al baño y me arreglo. Viene mama.

***

Mi madre me mira críticamente, mientras mi padrastro se queda quieto. Por eso odio tenerlos cerca. Me siento tensa e incomoda al rededor de mi mamá, como cuando era chiquita y me pegaba para que mantuviera la espalda recta... odio esos días. A veces pensaba que si tuviera la oportunidad de atravesar un palo recto en mi espalda, lo hubiera hecho. Ella no toleraba ninguna mala postura. Es más, no toleraba nada.

Por eso es que casi siempre esta fuera del país. Creó que una parte de ella sabe lo que en realidad he estado haciendo. Parte de ella sabe las cosas malas y despreciables que he hecho en su ausencia. Pero ella prefiere ser ignorante a todo eso, y por mi esta bien ya que prácticamente la he odiado desde que tengo uso de razón.

- ¿Qué fue lo que paso? -Me habla como si estuviera hablando con una extraña. Pero tal vez hasta eso sea.

- Él estaba manejando muy rápido y...

Mientras les explicó todo lo que paso, el papá de Tom me mira a los ojos. Es una versión más vieja de Tom, solo que con el cabello canoso.

Estuve a punto de salir corriendo del carro tan pronto llegamos al hospital. Selena y su papá estaban ahí esperándonos. Selena me saluda hipócritamente pero yo la ignoro. La perra esa no tiene nada que hacer aquí.

- ¿Como esta Tom? -Noto por el tono de su voz que Selena no le cae nada bien. Tiene ese tono que usa para la gente que creé que es común y que no merecen su atención, pero que no tiene más remedio que hablarles.

- Él esta...

No la escucho. No escucho a ninguno porque estoy cansada de esta situación. ¿Dime Diosito, me hiciste una asesina? ¿En serio el accidente de Tom fue por mi culpa?

Camino rápidamente a la habitación donde esta Tom, se que Selena me esta viendo y se muere por detenerme. Pero a pesar de todo, sigo siendo su hermana, y no hay nada que Selena pueda hacer al respecto. Como dije antes, puedo enterrarla viva si quisiera.

Entro y lo encuentro dormido, su rostro pálido... no parece él. Sus labios secos y un poco pelados. Tiene una venda alrededor de su cabeza, y una mancha de sangre que se ve a través de la venda.

Sabía que no iba a morir. Lo sabía.

Me siento en la silla que esta a lado de la cama y me le quedo viendo. No agarro su mano ni nada por el estilo porque... pues porqué no puedo.

Ok, sigue estando buenisimo. No se que fue lo que hicieron para salvarlo, pero me alegro que lo hayan hecho.

Sus ojos se abren y mi corazón salta. Él abre los ojos lentamente, como un recién nacido que abre los ojos por primera vez.

- Bienvenido...

Nuestras miradas se encuentran. Hace tiempo atrás me hubiera visto con cariño y lujuria, pero hoy su mirada estaba en blanco.

- ¿Qué mierda haces aquí? ¿Vienes a matarme? Porque claro como el accidente no me mato, viniste a rematarme.

- Ay vamos Tom... ¿no crees que estas exagerando?

- ¿Exagerando? -Su voz sube de tono. La maquina que monitorea su corazón se acelera- ¡Un carro casi me mata estúpida!

Beep beep beep. Le va a dar un ataque de corazón si no se calma.

- ¿Pero estas vivo no? ¡Deja de lloriquear y se hombre por Dios! ¿Sabes que es tu culpa verdad? Nadie te mando a irte a manejar como loco sin prestar atención.

Abre la boca para decir algo, pero la cierra nuevamente. Sus ojos se llenan de odio y siento un escalofrío. Quería que torciera los ojos y respondiera con un comentario sarcástico como siempre lo hacia. Pero luego paso algo.

Tenía esta mirada. Como la de un niño que se entera que Santa Claus no existe. Se veía tan decepcionado y herido, que casi le pido disculpas.

- Dejame en paz ______ -Dice tranquilo, quitando la mirada- Se acabo.

- No, no se acabo. La perra de tu novia leyó el cuaderno ese, y esta planeando algo en mi contra.

- Debería ayudarla, ¿sabes?

- ¿Vas a ayudarla?

Pregunto porque necesito saber.

Me sigue mirando como si estuviera triste por algo. Como si estuviera leyendo mis pensamientos, y supiera que estoy dispuesta a hacerle más daño. Tal vez esta triste por mí. Tal vez soy como Santa Claus, tal vez soy como un mito, una fantasía que tenia en la cabeza... y se acaba de dar cuenta de que no soy tan perfecta como el piensa.

- Me gustaría -Susurra- Pero no puedo. No puedo hacerte eso. Te respete y te ame muchísimo, pero ya se acabo. Selena no hará nada para arruinar tu preciosa reputación, pero esto se acabo ______. Por favor no me vuelvas a hablar nunca mas.

Cierra sus ojos y se duerme. Me quedo unos minutos más, pensando si debería sacudirlo... o hacer algo que lo haga recapacitar. Pero no hay nada. No tengo ni idea de que hacer. Nada mas que irme.

Así que eso hago.

Me voy del hospital un poco atónita. Diego pasa por mi en su carro, y no hablo en todo el viaje a casa.

Las palabras también perdieron su atractivo.