Confesiones. Tom Kaulitz.

Capitulo 87.

Mi día se pone mejor.

O no.

Depende de como lo vean.

Quiero sumergirme en mi trabajo. Asegurarme de que cada detalle este perfecto a pesar de que no sean de mucha importancia. Quería leer todos esos libros que habia comprado pero nunca tenia tiempo de leer. Pero la mayoria de esos libros eran libros que Tom me habia recomendado. Dijo que me cambiarian la vida, así que las paginas empezaron a oler a su piel y deje de leerlos. Veo como la pantalla de mi laptop de vuelve negra. Negra como la mirada de Lucas, a pesar de tener los ojos tan claros y hermosos. No puedo creer que aun tengo puesto el anillo de compromiso que me dio Alex. ¿Qué diablos me pasa?

Tocan mi puerta. Tengo miedo de abrirla a sabiendas de que uno de los dos estaría de pie detrás de ella.

Abro la puerta para darme cuenta de que tenia toda la razón.

Esta vez era Tom. Era como si de alguna forma supiera lo de Lucas (Diego es tan chismoso) y ahora le tocaba a él defender su caso. ¿Que lindo, no? Me pregunto a que hora vendra Alex a hacer su acto de presencia.

— Puedes pedirme que me vaya si quieres —Dice a penas abro la puerta. Su voz suena como si estuviera nervioso— Pero solo quiero decirte algo.. —Me quedo callada. Tom respira profundo antes de continuar. Se frota las manos. Cierra sus ojos. Los abre. Sus ojos marrones siempre terminan convenciendome— Me preguntaste que que somos. He estado pensando mucho en eso.. y la respuesta es, no lo sé. Lo unico que se es que somos mucho más de lo que admitimos. Ya no somos unos adolescentes. Esto va más allá de eso. Quiero intentarlo contigo pero hay cosas de mi que tienes que aceptar, al menos por ahora. Karina es mi responsabilidad. Sé que es injusto lo que te estoy pidiendo, y como dije antes, estas en todo tu derecho de pedirme que me vaya, pero no puedo dejar de pensar en ti. No puedo dejar de pensar en lo que va a pasar si vuelves a ver a Lucas.

— Tom, yo-

— Por favor —Me implora con la delicadeza de un santo— Por favor dejame terminar. Puede que no sea capaz de decirte todo si me interrumpes.

— Esta bien.

— Estoy seguro de que ya sabes porque me la paso preguntandote que cuando Lucas va a volver. Hace años, cuando teniamos 16, eso no me hubiera molestado. Podrías haberte acostado con él y no me hubiera importado en lo absoluto. Pero sabia que yo te tenia. Porque dijiste que me preferias a mi, ¿recuerdas?

— Tu no-

— _____, por favor —me callo— Pero ahora no estoy tan seguro. Por eso me da miedo, porque se que Lucas no es como Alex. Sé que él es alguien por quien lo dejarías todo.

— Lucas estaba... —Conmigo hace un rato.

— Solo quiero más tiempo contigo. Necesito más tiempo contigo antes que lo vuelvas a ver —Extiende sus brazos, como si estuviera diciendo "aqui estoy". Como un pequeño niño jugando a las escondidas que escoge este momento para revelarse— Aquí estoy, ______, y no solo para una aventura —Probablemente querran hecharle un vistazo a mis pensamientos en estos momentos. Preguntarme que es lo que estoy pensando. ¿A quién elegiria? ¿A quién quiero? Pero los decepcionaria. No hay imagen clara en mi mente. Ahora mismo solo hay una mezcla de pensamientos, recuerdos y sensaciones. Tom sigue de pie frente a mi, y estoy siendo bombardeada por tantas emociones que me demoro un poco en reaccionar— Aqui estoy —Vuelve a repetir— De verdad quiero estar aquí para ti.. esta vez es en serio.

No sé porque lo deje entrar.

No sé si esto es algo concreto. O si es solo por esta noche. Por una semana. Un mes. Un año.

Una canción suena en mi cabeza mientras Tom me desvestia. De esas que suenan en las peliculas de terror cuando sabes que algo no anda bien. No vamos a terminar bien. Tengo un millon de voces en mi cabeza pero las que más suenan son las de Lucas y Tom y todo lo que ambos me habian dicho hoy.

Todo esta fuera de mi control. Estoy atascada. No sé que hacer, no sé que quiero, no sé nada.

Por mas seguro que estes de una decisión, siempre habra algo más en tu mente, aunque sea la mas pequeña de las dudas. Te preguntaras como hubiera sido tu vida si hubieras elegido esta opción, o la otra. Y pronto, te llenas la cabeza de un sin fin de preguntas de lo que podria haber pasado. Piensalo y dime que no es verdad. Si dices que no es verdad estas mintiendo.