"Corre hasta perder el aire, corre hasta que tu corazón colapse, corre hasta desaparecer y reaparecer en un lugar mejor."
Escuchar la tranquila respiración del desconocido a través del auricular me produjo un estremecimiento que jamás había experimentado. Mi corazón se aceleró tanto que su violencia hizo doler hasta mis costillas.
—¿Dónde está Tyler? —susurré en un hilo de voz.
Su silencio provocó que un nudo se formara en mi garganta. La sonrisa descarada y astuta de Ty se instaló en mi mente y las ganas de llorar fueron difíciles de ahuyentar.
Rogaba para que esa sonrisa nunca fuera un recuerdo, sino algo que podría ver todos los días.
—El pequeño bastardo sabía que iba a venir —anunció al voz distorsionada, mientras intentaba encajarla con un rostro—. Es una pena, en realidad nos hubiéramos divertido, pero se me escapó.
El alivió recorrió ida y vuelta mi cuerpo.
—Sé que es una trampa. Pixie, Tyler, Kyle y Glenn están ayudándote, ¿no es así? —indagó con burla y una amenaza en la punta de la lengua—. Intentaste engañarme y ahora caerán sobre ti las consecuencias. Lo siento por ti, pero no puedes salvarlos a todos.
Cortó la comunicación.
Necesitaba sacarlos de allí con desesperación.
Me giré rápidamente y deslicé a través de los cuerpos ocultos tras los antifaces. Mis ojos se anclaron en la espalda de Amit y tiré de su brazo para que me viera.
—Lo sabe —murmuré agitada, atropellando las palabras—. Hay que encontrar a los demás y largarnos de aquí ahora mismo.
Sobre la sorpresa de sus ojos nació un fina capa de temor mientras asentía con firmeza.
—Ve por Kyle y dile que nos esperé en la salida del ala sur con la camioneta de Tyler —ordené recordando el mapa del edificio en mi cabeza—. Buscaré a los demás.
Apenas di medio paso, tomó mi codo para que volviéramos a estar cara a cara.
—Estás loca si crees que voy a dejarte sola aquí.
No presté atención a su negativa. Mis ojos y oídos estaban demasiado ocupados buscando a alguien más.
—¿Dónde está Becca
Amit se tensó.
—¿Dónde está? —repetí tragando con dificultad.
Su rostro se iluminó con un presentimiento del que no quería saber. No me respondió.
—Tú saca a Kyle de aquí —insistí antes de zafarme de su agarre y apresurarme entre el mar de personas.
Tomé la falda de mi vestido y la levanté para agilizar mi paso entre los cuerpos. El repiqueteo de mis zapatos sobre el mármol elevó mi nivel de ansiedad y paranoia mientras me adentraba en un corredor desolado. Ostentosas y pesadas cortinas de terciopelo flaquearon mi paso a una escalera de caracol. Los escalones eran interminables y eché a correr tan velozmente como pude. Abrí y cerré cada puerta que encontré, esperanzada de hallar a Pixie esperando por mí como Tyler había dicho que lo haría.
El sudor perló mi frente. Estaba nerviosa y mis manos habían empezado a temblar para cuando llegué al tercer piso sin señal de nadie.
¿Dónde estaban?
El desconocido nos estaba vigilando. Podía sentir esos malditos ojos en cada cámara frente a la que pasaba corriendo.
Entonces, de la nada, un cuerpo colapsó contra el mío.
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El cuenta mitos de Becca
Genç KurguEl cielo y el infierno se han fusionado, es hora de correr.