Todo fue perfectamente planeado:
Según Linda Melvern, una reportera británica que tuvo acceso a documentos oficiales, el genocidio estuvo bien planeado. En el momento del inicio de la matanza la milicia ruandesa estaba compuesta por 30.000 hombres (un miembro por cada diez familias) y organizados a lo largo del país con representantes en cada vecindario. Algunos miembros de la milicia podían adquirir rifles de asalto Ak-47 con sólo rellenar un formulario. Otras armas, como granadas no requirieron ningún papeleo y se distribuyeron masivamente.
El genocidio fue financiado, por lo menos en parte, con el dinero sacado de programas de ayuda internacionales, tales como la financiación proporcionada por el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional bajo un Programa de Ajuste Estructural. Se estima que se gastaron 134 millones de dólares en la preparación del genocidio — ya de por sí una de las naciones más pobres de la Tierra — con unos 4,6 millones de dólares gastados sólo en machetes, azadas, hachas, cuchillos y martillos. Se estima que tal gasto permitió que uno de cada tres varones hutus tuviera un machete nuevo.
En 1994 las milicias hutus, llamadas Interahamwe (que significa “golpeemos juntos”), fueron entrenadas y equipadas por el ejército ruandés entre arengas y ánimos a la confrontación con los tutsis por parte de la Radio Televisión Libre de las Mil Colinas (RTLM) dirigida por las facciones hutus más extremas.
El 9 de abril los radicales hutus, por lo tanto, habían tomado el poder gubernamental y además, contaban con milicias organizadas: jóvenes del partido MRND, los Interahamwe, que se ocupaban de la población civil y que destacaron en las primeras matanzas masivas. Ese mismo día Bélgica y Francia, sacan del país a todos sus nacionales, sin preocuparse de los ruandeses, ni siquiera de los que trabajaban en sus empresas. El día 11 de abril, un comunicado de la Cruz Roja Internacional estima que decenas de miles de ruandeses fueron asesinados en tan solo unos días. Mientras tanto, la misión de pacificación de Naciones Unidas UNAMIR, no hacía nada.
Extensos campos de refugiados posteriores al genocidio Ruandes
La emisora de radio católica “Mil Colinas” incitaba día y noche a quemar las casas con las personas dentro. Por eso se refugiaron en las misiones de todo el país. Unas ochocientas mil (800.000) personas fueron asesinadas en las iglesias y lugares sagrados a golpe de machete. También asesinaron a muchos hutus moderados, más o menos fue asesinada el 11% del total de la población y el 80% de los tutsis ruandeses.
Más de 800.000 personas fueron asesinadas y casi cada una de las mujeres que sobrevivieron al genocidio fueron violadas. Muchos de los 5.000 niños nacidos fruto de esas violaciones fueron asesinados. En estas matanzas los niños también eran un objetivo porque se intentó aniquilar a la siguiente generación de tutsis.
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Ateísmo Científico
AléatoireEn este libro te mostré argumentos científicos y filosóficos en contra de la existencia de dios y a favor del ateísmo científico, el escepticismo y el agnosticismo racional.