Capítulo 1

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En el aeropuerto de Ciudad Luminalia...

Cuando llegaba la hora de que Serena se fuera, le agradeció a todos por el gran viaje y buenos momentos que pasaron.

—Fue un gran viaje, Ash, Clemont, Bonnie, aprendí mucho de ustedes —dijo Serena—, más de lo que puedo decir.

—Serena cuídate, te prometo que cuando sea entrenadora seré tan fuerte como tú, espera y verás. —dijo Bonnie.

—¡Sí, claro! —afirmó Serena, volteó a mirar al azabache—. Ash... en verdad me gustó mucho viajar contigo —su mirada se tornó suave y muy cálida, llevándose una mano al pecho—, tú eres mi meta.

Ash, confundido y sorprendido por lo que acaba de decirle, no entendió a qué se refería su amiga, era la primera vez que le decían algo como eso en su vida, una extraña sensación surgió en su pecho, por un instante le dio la impresión en su mente de que algo extraño estaba sucediendo. Pikachu miró a su entrenador, diciéndole con la mirada: «por favor, que no sea tonto y entienda lo que le dice». Mientras los hermanos se miraban entre sí, dando a entender que comprendieron lo que quiso decir Serena.

—Cuando nos volvamos a encontrar, seré una chica mucho más hermosa, fuerte y decidida. —le dijo Serena con decisión.

—¡Sí, claro! ¡Estoy seguro de que lo lograrás! —dijo Ash aún sin comprender demasiado, pero feliz por ver a su amiga dirigirse hacia su sueño.

—Nos vemos.

Serena mientras bajaba por las escaleras mecánicas, se fue triste a pesar que sabía que tenía que hacerlo, sabía que no podía dejar las cosas así nada más, y de repente una idea llego a su cabeza. Luego de pensarlo y vacilar por breves instantes, se llenó de valor y se da media vuelta dirigiéndole una mirada alegre y una sonrisa a Ash.

—Ash, una última cosa...

Serena comenzó a subir las escaleras mecánicas yendo en contra del sentido de las mismas, mientras Ash contemplaba la escena con curiosidad y asombro por lo que hacía Serena, la vio que subía ruborizada directamente hacia el sin detenerse; a medida que ella se acercaba, sentía como si el tiempo se detenía por breves instantes, sin saber que esperar, totalmente inmóvil, hasta que algo muy extraño paso. Por un instante, su mente se puso en blanco, solo sintió una ligera presión en sus labios, inclinándose un poco hacia atrás por eso; lo siguiente que su mente pudo ver a través de sus ojos, fue a la peli miel con los ojos cerrados muy cerca de él, pudiendo sentir su respiración en esos breves momentos. Tan rápido como llegó la sensación, esta se hizo más ligera, alejándose poco a poco, y en un movimiento que ni él mismo podía explicar, se inclinó hacia su amiga buscando que continuara, hasta que la escalera los separó. Todos los presentes se quedaron impactados por lo que vieron, no podían creer lo que estaba pasando, apenados y sonrojados.

—¡Gracias! —dijo sonrojada Serena y con emoción en sus ojos viendo el rostro del azabache.

Ash tardó unos segundos en volver en sí, aún más confundido, viendo a Serena mientras sus ojos reflejaban un extraño brillo, pero por alguna extraña razón estaba muy feliz, una extraña sensación de euforia lo llenó por completo. Sintió un calor muy extraño en su pecho, para luego exclamar con una sonrisa y a viva voz.

—¡Nos vemos Serena! —gritó emocionado. Mientras se despedía de todos con un gesto de su mano, feliz por escuchar a Ash emocionado.

Observó el avión de Serena partir a la región de Hoenn. Clemont en ese momento, desafió a Ash para un último combate Pokémon antes de irse a Kanto, pero mientras peleaba, no podía sacar de su cabeza lo que había pasado hace algunos instantes, el calor que le había dejado Serena en sus labios y pecho no se había ido aún, logrando la victoria sin saber exactamente cómo. Después de eso, se despide de Clemont y de Bonnie, y sube al avión con destino a Kanto.

Algunas horas después, ambos llegan a sus respectivos destinos. Serena llega a Hoenn y empieza a recordar sus mejores momentos en Kalos. Mientras que Ash empieza a recordar sus mejores momentos en Kalos mientras bajaba del avión, con una imagen muy viva del rostro de Serena en su cabeza.

—¿Pika pi? —dijo Pikachu observando a Ash con curiosidad.

—No es nada Pikachu tranquilo, es solo que sigo sorprendido por lo de Serena, esta sensación no la puedo sacar de mi cabeza, además que mi pecho siento esta calidez demasiado extraña que me deja confundido. —«definitivamente voy a encontrarme con Serena de nuevo, tengo que averiguar de qué se trata esto.»

Cuando llegó a su casa, vio al Profesor Oak y a su madre, Delia. Ella le dice que irán de vacaciones a una región llamada Alola, Ash un poco sorprendido por la noticia, se dirige a su cuarto a prepararse para el viaje que sería en unos días.

El día del viaje Ash sigue pensando en Serena, en lo que hizo y en lo extraño que se estaba sintiendo esos días, como si segmento de su mente que nunca antes había usado se hubiera puesto a funcionar repentinamente. Cuando llegó la hora de partir se lleva con él una foto del grupo de Kalos. Ya en el avión, camino hacia la región de Alola, Ash un poco más alegre le dice a Pikachu.

—Bien Pikachu, ¡vamos por unas buenas vacaciones!

Continuará...

Continuará

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