Capítulo 50

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En su viaje durante el recorrido insular, Ash y sus amigos se encuentran en la Avenida Royale participando en el Domo Royale, a punto de comenzar la primera batalla del torneo. Sin embargo, no sospechaban que eran observados por tres de los más poderosos entrenadores del mundo: Marcus (Red), Anthony (Blue) y Palmer, sentados en las gradas.

 Sin embargo, no sospechaban que eran observados por tres de los más poderosos entrenadores del mundo: Marcus (Red), Anthony (Blue) y Palmer, sentados en las gradas

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—Nos conocemos desde hace mucho, los reconocería en medio de un tumulto de gente.

—Y tanto que me esforcé por encontrar estos disfraces. —dijo Anthony cabizbajo examinando sus ropas.

—¡Solo fueron diez minutos! —replicó Marcus con brusquedad, notablemente irritado.

—Aún después de viejos no han cambiado nada. —dijo Palmer luego de reírse.

—Ya han pasado cinco minutos y no has dicho alguna de tus bromas baratas. Tengo esperanzas.

—Eso puede cambiar...

—No gracias, así está mejor. —lo cortó Marcus.

—¿Qué hacen dos de los mejores entrenadores del mundo en esta región? —preguntó el cerebro de la frontera.

—Siempre es bueno ver luchar a los jóvenes —agregó Anthony—, sobre todo si uno de ellos es tu hijo.

—Parece estar más interesado en ligar que en las batallas pokémon —dijo Palmer llevándose una mano a la frente—, aún le falta madera.

—Escuche que no tuvo un mal lugar en la Liga de Sinnoh.

—Sí, pero si algún día quiere ser el siguiente Maestro de la Torre de Batalla, tendrá que esforzarse más.

—Hombre, pero ese Tobías no lo hizo del todo mal, a pesar de ser un amateur lo hizo bastante bien. Aunque no haya podido vencer a Cinthia.

Las luces alrededor del estadio comenzaron a moverse de un lado al otro, iluminando toda la arena, las esquinas de los combatientes y al público que, entre vuvuzelas, esperaban ansiosos el inicio de los combates; algunos miraban con gran expectación la pantalla, esperando ver los rostros de los participantes del primer combate.

En una de las entradas laterales del extremo derecho de las gradas, Jessie, James y Meowth, siguiendo las instrucciones directas de Giovanni, se adentraron en la competencia, encubiertos como vendedores de alimentos y suvenires. Atendían los llamados de sus compradores, manteniendo perfectamente las apariencias y ocultando sus identidades como miembros del Equipo Rocket, aunque en una de esas Meowth estuvo a punto de replicarle a un cliente que había devuelto demasiadas veces sus palomitas por considerar que no estaban a su gusto, ganándose un pisotón por parte de James para que no hablara.

—¿Por qué hay cuatro entradas para una arena en común? ¿Acaso será una Presentación Pokémon? —sugirió James, llevándose una mano a la barbilla cerca de la grada que daba al pasillo hacia la esquina roja.

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