Mientras Serena participa en su concurso con la ausencia de Ash, Lillie sale rumbo a reunirse con Pimpinela y contarle sus hallazgos en las ruinas de los guardianes. No obstante a la derrota de la peli miel, Yazir no desaprovecha y en un giro de acontecimientos. El viaje del grupo, está a punto de cambiar...
Ruta 6, Isla Akala...
Extraño es la palabra que mejor definía ese día para Lillie camino a Ciudad Kantai totalmente sola, agradecida que Nebulilla estuviese dormido. No pudo evitar alarmarse con cada arbusto que se moviese, sobretodo por su para nada atlético organismo. Solo pasaron diez minutos cuando un Rattata aloliano apareció en el sendero, ignorando el hecho de estar rociada con repelente. Resistió el impulso de tomar una roca del suelo y arrojársela, y en su lugar sacó una baya con las que solía alimentar a su esponjoso amigo.
—O-oye amiguito. ¿Tienes hambre? Mira la baya —dijo, sin poder ocultar el miedo en su voz—. ¡Ve, búscala! —La arrojó al otro extremo del claro.
La criatura solo la siguió con la vista sin moverse. Lillie sintió como su abdomen parecía retorcerse cuando lo vio pararse sobre sus patas traseras. Su corazón estaba a la altura de sus oídos, porque podía escucharlo galopar claramente.
—¡E... e-eres un lindo espécimen de roedor evolucionado, no atacarías a una chica indefensa. ¿Verdad?! —masculló comenzando a sentir los temblores, sin apartar la vista de su atacante.
Intentó huir de la escena corriendo a toda velocidad, tropezando con una roca. La situación solo se complicó aún más cuando Nebulilla despertó y trató, sin éxito, de ayudarla cuando el enojado roedor saltó hacia ellos en un chillido, usando Súper Colmillo.
Cerró los ojos esperando la punzante, ardiente y dolorosa mordida de su atacante.
Escuchó un cuerpo caer al césped y un lamento agudo en rápida huida. Luego, una ventisca le erizó los vellos de la nuca y una mano invisible la ayudó a ponerse de pie.
—¿Fro... froslass?
El pokémon se hizo visible, dedicándole una sonrisa.
—¿Me seguiste hasta aquí? —Asintió. Su mirada se oscureció, señalando al otro claro—. Muchas gracias. ¿Qué dices si me acompañas el resto del camino?
Continuó su trayecto sintiéndose más segura con su helada amiga. Mantenía una actitud vigilante ante cualquier movimiento extraño en los alrededores, y no importaba que fuera del tipo hielo, su presencia le era cálida y reconfortante.
Se detuvieron frente a un pequeño edificio de dos plantas con grandes ventanales fotocromáticos, sus paredes exteriores hacían confundirlo con el relleno de los postres de la ciudad, de un crema tan pulcro que parecía recién construido, adornado con una gran antena satelital de color plateado en el tejado, digna de envidiar por los aficionados de la vida fuera del planeta, sino fuera porque se trataba del Laboratorio de Investigación Dimensional dirigido por la profesora Pimpinela, lo más parecido a una madre al estar lejos de casa.
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Caminos Enlazados
FanfictionAsh/Satoshi, culminó su viaje por la región de Kalos, tuvo muchas aventuras junto a sus amigos: Serena, Clemont y su hermana menor Bonnie, conoció el poder de la Mega Evolución, tuvo nuevas amistades y llegó al segundo lugar de la Liga Pokémon, perd...