Capítulo 53

1.3K 68 167
                                    

La sombra del peligro acecha a nuestros héroes mientras la segunda ronda del torneo comienza con la victoria de Yazir y Hau. Sin embargo, Ash se hunde cada vez más consumido ante su impotencia, por primera vez su ingenio le resulta inútil después de mucho tiempo, y está por jugarle otra mala pasada.

 Sin embargo, Ash se hunde cada vez más consumido ante su impotencia, por primera vez su ingenio le resulta inútil después de mucho tiempo, y está por jugarle otra mala pasada

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Palmer miró hacia la pantalla con el rostro de su hijo entre los participantes del siguiente encuentro junto con Ash, Gary y Nando. Aun con lo crudo y directo que podía llegar a ser Marcus, tenía razón. Y más, si lo mantuvo entrenando constantemente sin descanso, bajo la excusa de prepararlo dejándolo sin «tiempo para Barry». Vaciló por unos segundos hasta que, a regañadientes, tomó asiento lo más lentamente posible.

—Sabía que lo entenderías. —dijo Marcus. Palmer solo lo miró de reojo con cara de pocos amigos.

Más abajo en la arena, los vítores y el clamor del público eran de lo más molestos para Ash, sin importar que hiciera, era imposible encontrar alguna cosa por la que sonreír o estar alegre estando cerca de Yazir, incluyendo una batalla pokémon. El cinismo en su sonrisa a Serena, llena de mentiras provocó que sus entrañas se retorcieran provocando un doloroso y pesado nudo en su garganta dificultándole la respiración. Y aunque la multitud aclamaba su nombre y también a Greninja, solo quería que se callaran y lo dejaran en paz. Pikachu por otro lado, saludaba alegremente al público desde su hombro, controlando sus emociones para no electrocutarlo, mas se detuvo al sentir una ventisca helada en la parte baja de su cola, y no había duda de que provenía de su entrenador.

Era la primera vez en su vida que tener una candente batalla frente a una multitud era incómodo. A su alrededor podia ver a sus amigos dirigirse al mismo lugar, pero su cuerpo le era más pesado que de costumbre, alentado su paso. ¿Acaso hay algo más a parte de una movida e increíble batalla pokémon? Frunció el ceño enojándose consigo mismo al hacerse esa pregunta tan ridícula y necia, porque salió de viaje para tener batallas emocionante y ser un Maestro Pokémon. Kalos no fue la excepción a pesar de la Poké-visión, su viaje con nuevos amigos, las presentaciones pokémon, el baile de las artistas pokémon, la carrera de Rhyhorn, los gimnasios, conocer y capturar nuevos pokémon, entrenar y detener un grupo de maniáticos con fines malévolos por estar en el lugar equivocado era lo que más le gustaba; salir en un nuevo viaje siempre aligeraba su alma, una sensación que solo al viajar podía sentir.

Sus pensamientos se vieron interrumpidos cuando alzó la mirada y vio un Arcanine, un Staraptor y un Armaldo, percatándose de su propia distracción al no escoger pokémon después de la señal de inicio de los réferis. Pikachu saltó al campo de batalla al ver la expresión del rostro de Ash cruzando sus patas delanteras y así la batalla comenzó con la Avalancha del Armaldo de Nando, saliendo ileso del ataque por sus reflejos a pesar de la lenta reacción de su entrenador. Los ataques iban y venían de una esquina a otra mientras se quejaba exigiéndole a Ash reaccionar después de recibir el Combate Cercano del Staraptor de Barry.

—Vamos Ash, derrotarte con esa expresión de Slowbro en tu cara no es divertido —replicó Barry con fastidio con las manos en ambos costados—. ¿Un Shelder te mordió camino aquí y terminaste igual que ellos?

Caminos EnlazadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora