Capítulo 60

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«Hay que soltar el pasado, para agarrarse al futuro».

Los últimos minutos de sol iluminaron el cielo de cálidos naranjas y un rojo tan intenso como la sangre, incluso las delgadas nubes parecían forman pequeños vasos capilares

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Los últimos minutos de sol iluminaron el cielo de cálidos naranjas y un rojo tan intenso como la sangre, incluso las delgadas nubes parecían forman pequeños vasos capilares. Pero el espectáculo no era importante para Ash. Solo trataba de concentrarse en las batallas pokémon y sacar a Serena de sus pensamientos. Lycanroc se colocó frente a él, inclinado sobre sus patas delanteras listo para combatir, a la espera de las ordenes de su entrenador.

La batalla comenzó y lo primero que llamó su atención fue el cambio del color de ojos de su pokémon, de verde esmeralda, al rojo oscuro, iguales a la forma nocturna. Vio como Gary seguía tomando apuntes en su libreta de investigación. Y como no hacerlo, incluso él casi no podía contener el júbilo. ¡Su Lycanroc era realmente único! Era como si estuvieran sincronizados. Incluso antes de indicarle cómo hacerlo, se movía en la dirección correcta para esquivarlos.

—¡Ahora esto si es una batalla digna de la gran prueba! —exclamó Olivia con emoción—. ¡Tormenta de Arena!

Y por segunda ocasión, una espesa nube de polvo cubrió el campo de batalla. Una bruma porosa y áspera se clavaba contra su piel, casi como microscópicas agujas.

La Colina del Recuerdo se convirtió en un desierto montañoso.

—¡Lycanroc tranquilo, concéntrate y contraataca!

Hubo un destello verde seguido por un fuerte estruendo, Lillie tuvo que ahogar un grito del susto. Gracias a su recién mejorada visión, pudo verle antes que atacara con su Acelerroca dejándose golpear para reflejarlo. Fue cuando Ash pudo sentir la pasión del combate. Fue como si la fuerte brisa lo hiciera olvidarlo todo. Ya no sentía su espesura. Cuando la Kahuna ordenó utilizar el movimiento Z, Ash ya estaba listo.

—¡Lycanroc usa Roca Afilada, impúlsate hacia el aire y esquiva el ataque!

Funciono. La fuerza del impacto partió en dos la enorme roca y disperso por completo la tormenta. Ash aprovecho y ordenó a su pokémon (suspendido en el aire), utilizar Acelerroca. Fue como si una estrella descendiera sobre su rival. Solo el pokémon de Ash se levanto después de ese ataque.

—Parece que ambos se han hecho tan fuertes como una montaña, excelente batalla —comentó la Kahuna, rociándole un líquido verde brillante en aerosol a su compañero que se puso de pie instantes después, como nuevo—. Aquí tienes, la prueba de tu victoria.

Le extendió un pequeño cristal Z marrón claro con una roca tatuada en negro. Pikachu y Lycanroc, celebraron danzando alrededor del rey de la noche, quien solo les lanzó una mirada de soslayo negando con la cabeza. «Jóvenes», pensó, erizando el pelaje de su melena. Pero su celebración no duro demasiado cuando Ash reposó su mirada en sus amigos y recordó que Serena no estaba con ellos. Gary tuvo que reñirle por segunda ocasión cuando se tumbo al suelo en una tenebrosa aura azul junto a sus pokémon.

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