Caminos Enlazados

Capítulo 34

En el capítulo anterior, Satoshi y Serena tuvieron una discusión bastante movida, cuyo detonante fue la aparición de Yazir y la serie de cambios que está sufriendo Satoshi, para los cuales aún no tiene respuesta. Lillie fue a buscar al travieso de Nebulilla que fue a dar un paseo y buscar bayas al bosque y Gary acudió en su ayuda al darse cuenta que algo andaba mal, rescatándola de un par de Ariados con ayuda de su Arcanine, para luego volver al Concurso Pokémon, donde las batallas de la semifinal estaban a punto de comenzar y los combates ya fueron decididos.

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-No puede ser... – susurró el chico al ver la pantalla, Miette y Shauna también se quedaron de piedra al ver aquello, se llevaron una mano a la boca, y Serena soltó la Pokebola que tenía en las manos, y en el silencio sepulcral se interrumpió por el sonido al impactar con el suelo.

-"Esto no es bueno." – pensó Miette.

No había dudas, el primer combate de las semifinales del concurso iba a ser entre Satoshi y Miette vs. Serena y Yazir; ambos chicos al ver quienes iban a ser sus oponentes no supieron cómo reaccionar, un cumulo de emociones los envolvió, no sabían si sorprenderse, molestarse, estar tristes, se quedaron mudos en inertes.

-"¿Es enserio? Esto no puede estar pasando, este día en verdad es digno de recordar... como el más nefasto." – pensó Satoshi.

Serena ya se sentía bastante mal por lo sucedido y ahora le tocaría enfrentarse a él, definitivamente era lo último que estaba en sus planes. Ya había sido bastante difícil el concurso por lo acontecido y ahora le tocaría enfrentarse a Satoshi para obtener su listón y seguir avanzando en su propósito y su sueño; de repente su muñeca izquierda, donde cargaba la cinta azul que le había regalado Satoshi comenzó a pesarle demasiado, esa batalla iba a poner a prueba su determinación por alcanzar su sueño y también, mantener el control debido a su problema con Satoshi.

-Bueno... ha llegado la hora, debemos darlo todo. – destacó Yazir preparándose para salir, viendo que ya era la hora de su batalla, desvió la mirada hacia Serena que aún seguía viendo la pantalla pensativa y con expresión incrédula. – ¿Qué es lo que tienes Serena? – preguntó el chico a su lado viéndola de reojo. – Has estado rara todo el día, ¿qué sucedió?

-No pasa nada... solo que me pone de nervios estas instancias. – mintió Serena lo mejor que pudo, ante esto Yazir soltó un suspiro.

-Y con eso se supone que pase por tonto y tengo que estar tranquilo. – replicó el chico. – Sabes que puedes contarme lo que sea, ¿verdad?

-Ya te dije que estoy bien Yazir, no insistas. – manifestó Serena dando un suspiro.

-Bueno como digas – le respondió Yazir cruzando los brazos. – No me quieras hacer pasar por tonto, sé que algo te pasa, pero si no me lo quieres decir, supongo que no puedo hacer nada. Aun así – dijo volteándose en dirección del escenario. – ¡este no es el momento para lamentarse! te has vuelto fuerte y te guste o no, esta es la hora para que se lo demuestres a todos.

-Yazir... gracias, necesitaba escuchar eso. – Serena sabía que él tenía razón, este no era el momento para pensar en eso, a pesar que sentía mal y estaba triste, tenía que dar todo de sí misma. Satoshi observó la escena, pero ya no sentía enojo, sino una profunda tristeza.

-¿Listo Satoshi? ¡Llegó la hora!, hay que darlo todo en esta batalla, ¡no tenemos oponentes sencillos! – exclamó Miette, este asintió sin muchas ganas viendo a Serena junto a Yazir, Miette se percató de ello y se puso frente a él. – Satoshi tienes que tranquilizarte, sé que es difícil, pero tienes que desligarte; si no lo haces, no podrás darlo todo en la batalla.