Capítulo 69

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"La bestia más peligrosa, es la que está en el interior".

"La bestia más peligrosa, es la que está en el interior"

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—¡Pancham, no dejes de usar Roca Afilada!

El pequeño panda seguía obstaculizando el paso a medida que Serena avanzaba. Corrían a toda prisa directo a Villa Tapu, y Luz se deterioraba a pasos alarmantes. Sintió la escozura eléctrica recorriendo su cuerpo. La fiebre cada vez iba en aumento, en su lucha por expulsar la energía sobrante sin éxito. Le dolía el pecho, jadeando por la carrera. Fue la única vez que se arrepintió de no escuchar el consejo de su madre sobre trabajar el cuerpo.

Pudo ver Villa Tapu a lo lejos al pasar por una extraña casa totalmente blanca, tropezando con una roca. Logró evitar que Luz recibiera daño, aterrizando sobre su hombro.

—Tranquila Luz... ya casi... ya casi llegamos. —masculló Serena. Pancham colocaría otro muro de rocas.

El cielo oscureció como si comenzase a llover en cualquier momento, cuando un relámpago impactó justo en frente de ellas. Como pudo, Serena se puso de pie, lista para girarse a enfrentarse a quien fue su antiguo amigo.

Se encontró cara a cara con un pokémon que nunca había visto. Un tigre amarillo bípedo, usando una gran estola en forma de relámpago, rodeado de corrientes eléctricas de colores diversos, entre el azul y el amarillo. La examinó, cauteloso, sin apartar la vista de Luz antes de posarla sobre Pancham, frente a Serena sin moverse un milímetro. Gruño con firmeza con cada paso de Zeraora hasta que le lanzó un potente Rayo Sombrío. Su adversario lo esquivó deslizándose a un extremo tan deprisa que pareció atravesar su cuerpo.

Apareció justo en frente de Serena con el sonido del trueno, antes que pudiera apartarse, o a su Pikachu. El tigre colocó una pata sobre su pequeña frente, ardiendo en fiebre. Los bigotes y su cola se tensaron. Sentía sus vellos hacer lo mismo, como pequeñas agujas buscando evitar separarse de Luz. Trató de alejarse, pero parecía paralizada por la estática.

Cuando finalmente recobró el movimiento, el cuerpo de Luz era mucho menos cálido, además de haber recuperado la conciencia. Saltó fuera de los brazos de su entrenadora, confundida, sin apartar la mirada del extraño pokémon. Sonrió fugaz, antes de desaparecer volando sobre sus cuatro patas.

 Sonrió fugaz, antes de desaparecer volando sobre sus cuatro patas

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