Capítulo 16

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En el capítulo anterior, la batalla entre Drew y Yazir tuvo como vencedor a este último, mientras que, por otro lado, Serena aún estaba afligida por el medio listón de May y su relación con Ash, y a pesar de eso, debe prepararse para participar en el Gran Festival. Mientras que en Alola, Gary y Ash tuvieron una batalla, resultando victorioso Ash gracias a su Pikachu y su movimiento Z.

 Mientras que en Alola, Gary y Ash tuvieron una batalla, resultando victorioso Ash gracias a su Pikachu y su movimiento Z

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Durante los siguientes dos días, Serena tuvo la impresión de que un enorme peso extra había aparecido en su espalda. Guardaba silencio por tiempos tan prolongados que temía quedarse muda. A pesar de sus esfuerzos, no podía aparentar normalidad, por lo menos para Dawn y Yazir, que trataban constantemente de subirle el ánimo. Aun así, lo único que quería era que la dejaran en paz, requería todo su autocontrol para no contestarles como le provocaba en ese momento.

Cuando salían a caminar o a comer en grupo, siempre dirigía una mirada penetrante a May, alimentada por el nudo en su pecho, haciéndose cada vez más grande y pesado, aumentando su zozobra. Se preguntó si ese era el tipo de chica que le gustaba a Ash, aceptando (de mala gana) que realmente se veía muy bien, de semblante relajado y despreocupada, fuerte y con clase, y una sonrisa que sin lugar a dudas encantaría a cualquier hombre. ¡Perfecta, simplemente perfecta! ¡¿Qué podía ser peor?! Una gota de sudor bajó por su frente a la vez que apretaba los puños.

«Realmente es una chica agradable e interesante, veo por qué le gusta.» —dijo una vocecilla en su cabeza, mientras estaban sentados en la plaza de la ciudad.

«¡Yo también soy agradable —replicó Serena—, yo conozco a Ash desde que somos niños y nos llevamos muy bien siempre!»

«Pero tal vez —dijo aquella voz en tono de sugerencia—, Ash no se fija en las chicas simplemente por eso. Recuerda que ella viajó más tiempo con él que tú.»

«Yo también he tenido mis momentos con él —protestó, enfadada—. ¿Quién lo beso eh? ¡Fui yo!»

«Eso no quiere decir que él te tenga que querer por eso. Un beso robado no es un compromiso.»

Llegó un momento en el que May no podía pasar por alto las fugases miradas de Serena, notaba que sus ojos en lugar de mostrar ese tono azul brillante cuando la conoció, ahora era mucho más opaco y oscuro, mostrando las arrugas de su frente al fruncir el ceño. ¿Podrá haber sido casualidad que estuviera mirando en la misma dirección donde estaba, ocho veces seguidas en menos de una hora? Y aunque trató de ignorarlo, no podía quitarse del cuerpo la sensación de que era observada como si se tratara de algún enemigo mortal, virus u enfermedad desagradable que debía ser erradicado.

—Dawn, has notado que Serena me mira como si quisiera matarme. —musitó, mirando disimuladamente a la peli miel, que había volteado su rostro en otra dirección.

—Necesito otra soda, ya regreso. —respondió, levantándose de su asiento.

May parpadeó un par de veces, sentada, perpleja por cómo había sido evadida su pregunta mientras Dawn se alejaba. En ese punto, volteó a ver a los chicos, sentados uno al lado del otro con la vista en direcciones opuestas sin dirigirse la palabra, daba la apariencia de dos niños en cuerpos de adolescentes, enfadados luego de pelearse por una manzana o un juguete.

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