If you can't hang ; kellin quinn [iych #1]

V

"Acuérdate de un tiempo en el que yo era tuyo y tú estabas ciega, el fuego chisporroteaba en tus ojos y los míos. Llámalo verdadero, llámalo amor verdadero."

: : C A P Í T U L O  C I N C O | Damas y caballeros, ésta es Megan "problemas" Blair

Entrada principal, College diamond royal.

(Megan)

— ¿Qué estás haciendo aquí? —fue la primera pregunta que salió de sus labios. O mejor dicho el primer rugido que salió. Se veía como apretaba fuerte la lata de bebida energética y miraba a la mujer con resentimiento. Si una cosa me había quedado claro era que él no la quería.

La odiaba de hecho. ¿Seria su cabello rubio? ¿Sus ojos azules? Tal vez era su piel clara y su forma elegante de caminar la que le causaba esa clase de reacción.

O tal vez era la simple cuestión que cuando chiquito se le había caído un ladrillo en la cabeza y simplemente no le gustaba la mujer, pero algo me decía que no era eso –aunque fuese una razón realmente probable-. Era algo más en la forma en que sus ojos centellaban de tan solo mirarla como si ella fuese la causa de todos y cada uno de sus males.

— Y-yo...he venido a verte. Henry dijo que has estado faltando mucho a clases y... me preocupé. No eres de malas calificaciones, pero... sólo quería saber cómo estabas —susurró la rubia a su vez, con sus voz casi inaudible. Había que darle un punto a Quinn, si es que quería intimidar a alguien sabía cómo hacerlo a la perfección.

En cualquier momento la linda chica se pondría a temblar y rogar por su vida, allí mismo.

Súúúper.

—Ya me viste —respondió Kellin —. Estoy bien, ahora vete —ordenó hostil.

Mi mandíbula casi cae al suelo. No, esto no podía estar pasando. ¿Un mujeriego desaprovechando la oportunidad de flirtear con una linda mujer madura? ¿Era solo yo o este chico era extraño? Dios, si hasta me dieran ganas de darle con un palo. La estaba rechazando en serio.

—No, Kellin, yo no quería verte solo para eso...

—Kellin nada, vete —dijo con resentimiento —. Si has venido a ver a tu marido genial, pero no me moleste a mí, señora Firtz —finalizó mientras trataba de pasar a su lado, ella lo agarró del brazo, impidiendo que avanzara. Me di cuenta que desde el momento en el que Kellin nombró el "señora Firtz" el aire se había cargado de un aura pesada y tensa. Ella intentó que él la mirara a los ojos.

No lo hizo.

—No, cariño. Escúchame... —eso fue como el detonador de la paciencia de Kellin.

— ¡No me llames cariño! —Estalló alterado, como si lo hubiesen llamado cabrón o algo peor, empujó la mano de ella lejos de su brazo para que lo soltara —. No seas hipócrita y me llames cariño luego de todo lo que me has hecho. No lo hagas, rubia. ¡Nunca más!

El aliento se atascó en mi garganta al verlo agarrarla brutalmente de los brazos. ¿La golpearía? Oh, Dios. Por favor no.

Algo en el cuerpo y voz de esa mujer que me causaba una extraña calidez y cariño, como si mi mente la reconociera, una sensación parecida a lo que me pasaba con Kellin. Y no quería que él le hiciera daño.

Pero él no levantó la mano, ni hizo nada más que afirmarla.

— ¿Has venido por Finny? —preguntó finalmente Kellin —. ¿Le ha pasado algo a ella? —preguntó a la defensiva.

—No, ella está bien en casa...— dijo ella tratando de soltarse de su agarre.

Él la alejó de golpe.