If you can't hang ; kellin quinn [iych #1]

XVII

"El amor es querer ser amado. El amor es pedir ser amado. El amor es necesitar ser amado."

: : C A P Í T U L O  D I E C I S I E T E | Ella es mi "mucho mejor"

Entrada trasera del Moonshine, Barrios Bajos de California.

(Kellin)

El viento golpeaba los techos metálicos de los locales, fluyendo con una fuerza que en cualquier instante podía explotar en una gran ráfaga de aire gélido, pero eso no lo sentía en mis manos desnudas, ellas solo quería la sangre de él recorriéndoles como ríos puros. Era una fría noche, perfecta para cometer un asesinato.

Mi corazón tropezó en uno de sus latidos para luego lanzarse en una carrera furiosa dentro de mi pecho. Cerré los ojos, sin perder el tiempo en intentar calmar mi respiración exaltada.

Su voz llegó suavizada gracias a la ventisca que en ese momento nos interrumpía.

- Fue mi novia hace muy poco - soltó una risa entrecortada, cuando abrí de nuevo mis ojos no logré ver casi nada en este oscuro callejón. Mis pies empezaron a caminar en su dirección -. El peor maldito error de toda mi vida, circulaban toda clase de rumores sobre ella, ¿sabes? Y no rumores suaves, eran casi sacados de una película porno. No me importó porque, diablos, yo no soy santo, pero ¿sabes lo que me dijo para no acostarse conmigo? - preguntó cuando no advirtió mi cercanía mientras contraje la mandíbula y los puños apretados, dispuestos a romper narices, piernas y todo miembro que a él se refería.

Mis pulmones bombeando aire de forma honda y rápida, estoy seguro que ellos habían dejado de saber cómo se respira. 

No importó. 

Él movió una mano en el aire mientras sus ojos brillaban de furia al recordar.

- Juró ser virgen. ¿Puedes imaginarlo? ¡Me creía un imbécil! Por supuesto que busqué mi venganza, y fue deliciosa, pero la perra me rompió la nariz cuando se enteró de que me acosté con otra. Hipócrita. Aún recuerdo su cara cuando se enteró - él mordió su labio inferior con regocijo -. Estaba en el suelo, donde debía estar y sus ojos lloraban. Fue simplemente hermoso.

- Sólo por curiosidad - susurré deteniéndome justo a centímetros de él -. ¿Cuál es tu nombre?

Ya podía sentir el impulso de mi puño estampado en su maldito estómago, escuchar las suplicas para que me detuviera. Dios, quería hacerlo llorar como un bebé tanto que mis músculos dolían al contenerme.

Él la llamó perra, murmuró una voz dentro de mí.

- Mi nombre es Miles Borton, mucho gusto en... - antes de darle tiempo de terminar imprimí un puño en su asquerosa boca. Esa boca que hace poco tiempo atrás había besado y ofendido a mi princesa. ¡A mi preciosa Megan! 

Había recibido besos consentidos, había dejado a este imbécil respirar el mismo aire que ella y sin verse obligada a hacerlo como ocurría conmigo. Unos celos inexplicables y voraces asaltaron mi cuerpo, quebrando una esquina de mi cordura.

Ella rió con él, ella dejó que él la llamara su novia y no lo rechazó. Ella lo amó. Y él la traicionó.

Megan lloró por el engaño de su inútil novio y una chica habían cometido en su contra, sus lágrimas de dolor deben haber sido como pequeñas dagas en su corazón orgulloso. Megan era una mujer fuerte, pero con sentimientos y debió ser un infierno.

Vi los ojos de él buscar los míos, confundidos.

Lo golpeé nuevamente, esta vez alcanzando un glorioso objetivo y extrayendo la espesa sangre de su nariz rota.