"El placer es muy distinto a la felicidad. Quiero decir que algunas cosas son más valiosas porque no duran."
: : C A P Í T U L O V E I N T I U N O | El poder supremo de la seducción
(Megan)
Sólo basta una pequeña chispa de fuego para encender un río de gasolina, así me sentí cuando en un solo instante él estaba lejos y luego su rostro a centímetros de mi cara obstruyendo todo lo demás. Su respiración golpeó contra mi nariz mientras sus ojos intensos y penetrantes investigaron los míos descubriendo todos y cada uno de mis secretos. Sus labios entreabiertos y su cuerpo pegado a mí.
La esquina derecha de su boca se curvó hacia arriba, arrugando su piel con la sonrisa socarrona que freía todas la neuronas de mi cabeza a una velocidad impresionante. Oh, madre del bebé Jesús, era esa sonrisa. Dirigida a mí.
Mis tripas traviesas comenzaron a removerse en mi cuerpo en estado de shock y las mariposas comenzaron a volar. La mariposas que hacían cosas asquerosas en mi estómago.
- Megan - susurró con voz suave -. Cierra los ojos - ordenó de manera lenta, y como dije antes, mis neuronas tuvieron una muerte súbita que dejó aturdido a mi cerebro.
Al instante de cerrar mis ojos sentí un suave susurro en mi oído:
- Y será mejor que no te muevas - sus labios se ciñeron en mi cuello. Ahogué una exclamación al sentir una lengua cálida y húmeda en contacto con mi piel sensible.
Sus labios se cerraron sobre ese punto exacto en mi cuello donde el pulso latía mientras no me dejaba escape alguno con sus brazos rodeándome, lamiendo y enviando escalofríos a lo largo de mi columna vertebral que rodaban como bolas inquietas hasta acomodarse en alguna parte escondida de mi cuerpo. Su mano se deslizó de manera lento por mi espalda hasta la peligrosa curva donde esta terminaba. Me tensé inmediatamente y comencé a removerme nerviosa bajo su dominio.
Mordí mi labio ante la succión fuerte que Kellin infringió contra mi cuello.
-Hey - murmuró con voz ronca sobre mi piel -. ¿Qué te dije?
Tragué duro con mi garganta cuando sentí su boca curvarse en una sonrisa mientras su mano patinó de vuelta hasta acariciar la zona segura de mi espalda. Su cara quedó frente a la mía con un gesto en su boca divertido. Bajé mis parpados hasta mirar mejor sus labios.
En mi estómago se produjo una inesperada sacudida tan parecida a la anteior y luego sentí las mariposas volverse más inquietas por él como si estuviesen locas por estar más cerca de Kellin.
- No puedes protestar, Blair - dijo con tono razonable mientras sus ojos brillaban de forma perversa -. Ni siquiera te estoy besando - murmuró con tono suave en mi oído. Antes de que pudiera protestar acercó de nuevo su cara hasta mí, cerré mis ojos porque pensé que él me besaría ahora pero en cambio comenzó a murmurar cosas abstractas contra mi mejilla para después darle un ligero mordisco.
Mis ojos se abrieron por la impresión y él me observó fijamente mientras sonreía, su nariz moviéndose cuando bajó suavemente su cabeza hasta que su aliento abanicó la piel de mi cuello y aspiró el aroma. ¿Era extraño que él me oliera? Porque sentir su cabello rozar y cosquillear contra mi oreja no fue extraño, se sentía bien. Pasé mis brazos y los entrelacé en su cuello cuando ladeé mi cabeza para darle un mejor acceso a mi cuello mientras sentía su sedoso cabello rodar contra la piel de mi oreja. Ningún hombre ni mujer que conociese tenía el cabello tan suave como Kellin lo tenía. Era como si cada mañana se levantara a humectar cremas en él para tenerlo así de sedoso.
ESTÁS LEYENDO
If you can't hang ; kellin quinn [iych #1]
Teen FictionSerie If you can't hang: 1. ¡Aviso! Esta historia puede provocar su risa histérica, un llanto melodramático y un par de sentimientos asesinos hacia los protagonistas. Un poco de paranoia y mucha, pero mucha cursilería precoz. Todo...