If you can't hang ; kellin quinn [iych #1]

XXXVII

"Cuando tus esperanzas y sueños están en la línea  no te rindas, sólo cree.Yo voy a estar justo a tu lado."

: : C A P Í T U L O  T R E I N T A   Y  S I E T E | PLAYA #3: En tus sueños

Centro médico Rogue Regional, Oregón. Hace siete años.

(Kellin)

Ella estuvo allí, con sus ojos inundados en confusión y un leve indicio de desesperanza. Ella me quería. Y yo no pude hacer nada, me pidió ayuda y no pude salvarla. Tomó mi mano.

No.

Yo no pude sostenerla. Ella es todo para mí, lo único que me queda y simplemente se esfumó, se fue. El agua entró por su nariz, sus pulmones impregnados de humo. Y su cabello flotó en el lago, su cuerpo inerte poco a poco se hundió y yo... yo no pude hacer nada...

Lo recuerdo todo, aunque ya estamos en el hospital. Aun así puedo recordar cómo no intenté hacer nada.

¿Es mi cuerpo el que tiembla a causa de alguien que me está sacudiendo o es sólo la culpa corroyendo por mis venas? Diablos, debo dejar esto rápido. No puede ser verdad. Ella se está muriendo frente a mis ojos y ni siquiera me sale la voz de la garganta mientras desde su camilla la arrastran con un movimiento veloz y fluido hasta una habitación de urgencia. Alguien corre a mi lado y me rodea con sus cálidos brazos, un abrazo que no merezco ni podré llegar a merecer.

- Kellin... - susurra su voz en mi oído con un acento tan triste que clava cuchillas afiladas en mi corazón. Oh, Dios.

- ¿Cómo está ella? ¿Qué dijo el doctor? - mi respiración comienza a fallar. Un brazo se posa en mis hombros y me da la vuelta. Aquellos tiernos y amigables ojos grises azulinos me miran con tanta ternura que duele no ser merecedor de ella. Es Jess. Su cabello oscuro viene despeinado y no se ha maquillado pero aun así se ve perfecta. Jess es fresca a cada instante y solo tiene veinte años. Pero el día de hoy parece preocupada y con un poco de ojeras que le hace ver mucha más edad de la que tiene.

"Es por mi culpa", pienso con resentimiento a mí mismo.

- Tranquilo, Kell. Ella estará bien. - Aunque en sus ojos se halla el dolor sus palabras se escuchan sinceras -. Esto no fue tu culpa... no fue tu... - su voz se quiebra en la última sílaba interrumpiendo las palabras de consuelo.

Y claro que eso es mentira, esto sí es mi culpa.

- Ella dijo que si íbamos al lago yo podría olvidar a mamá...- digo entre lágrimas -. Pero me dejó, porque no quería estar conmigo. Y yo maté a Meg porque ella... ella...

Jess niega con la cabeza de manera constante.

- Va a estar bien. Lo prometo.

- No me dejarán estar de nuevo cerca de ella... - me arrodillo en el suelo y envuelvo mis piernas con los brazos, pongo el rostro en medio de ellas. Miedo, eso es todo lo que siento. Hace tanto que no lo vivía que casi llego a olvidar el ardor que causa en mi pecho -. Su tío me dijo que no me volviera a acercar a ella. Yo soy el culpable.

- No, Kell. No lo eres. Tú no tienes la culpa de nada.

- Sí, por eso nadie quiere quedarse a mi lado. ¿Por qué no se quedan si no es mi culpa, eh? Jamás se quedan. Nadie. Sólo soy el puto problema del mundo - exclamo con tantas palabras malas aglomerándose en mi boca que son influencia de mi ira -. La mierda asquerosa que el jodido basurero desechó.