If you can't hang ; kellin quinn [iych #1]

XLII

"Y tropezaré y me caeré. Todavía estoy aprendiendo a amar. Apenas empezando a gatear. Me tragaré mi orgullo. Eres la única a la que amo y te estoy diciendo adiós"

: : C A P Í T U L O  C U A R E N T A  Y  D O S | PLAYA #8: ¿Ves? Lo hiciste otra vez

(Megan)

- Yo tenía diez perritos, yo tenía diez perritos. Uno se perdió en la nieve. No le quedan más que nueve. De los nueve que quedaban (bis) uno se comió un bizcocho. No le quedan más que ocho... - sí, Val estaba cantando. Y como siempre, su linda voz me relajaba aunque estuviera cantando este tipo de canciones. Mientras yo avivaba el fuego con una barrilla de árbol esperaba que Kellin llegara 'Por favor que no se haya metido en problemas, ojala que no se haya metido en problemas', pedía en mi mente. Mis manos temblaban y la respiración era más pesada que de costumbre. Necesita algo...liberar esta tención.

- Bien, te toca cantar Megan - dictaminó Vic entregándome la guitarra. Lo que menos quería en este momento era cantar pero...

Tomé la guitarra y mi mano pasó a rozar a de Vic, que estaba caliente y la mía fría, el me miró extrañado. 

- ¿Estás bien?

- Sí, tú....no te preocupes, mi Vic.- hice sonar las cuerdas de un sólo rasgueo, perfecto. Estaban realmente afinadas y sonaban como maravilla. Obvio, era la guitarra favorita de Vic

– Bien, todos cállense, que mi Megan va a cantar – grito animado el moreno.

Solté una risita.

- Bien, ahora tienes toda la atención que necesitas, toca como nunca antes y sube ese ánimo – me guiño un ojo. Eso me dio inspiración, cerré los ojos y una canción llego a mis oídos, y por consecuencia a mis labios.

- Es realmente difícil.
No poder llorar en tus brazos porque no estás aquí.
No es tu culpa y si lo fuera no me importaría.
Mi corazón es más grande que la distancia entre nosotros.
Lo sé porque lo siento latir.
Tan fuerte que va a shockearte.

La tensión me comenzó a abandonar, 'Canta, Megan. Eso te hace bien' recordé la voz de mi terapeuta de niña... 

- Tan fuerte, tan fuerte.
Por aquí, no puedo contar las millas de distancia de donde quiero estar

Mi corazón latía fuerte y lo escuchaba, esto siempre pasaba cuando cantaba. La doctora Frensí tenía razón 
- Apuesto a que tu piel está caliente y estás sonriendo. 
Sí, eso es lo que siempre he amado más de ti.

Mis dedos se movían solos en sintonía con liberación tensional y yo sólo podía cantar

- Eres tan fuerte, ven y knockeame. - Escuché la voz de Kellin. Había llegado, y estaba a salvo. Mi corazón por fin fue liberado.

- Cariño, si soy la mitad del hombre que digo ser...- le escuché cantar, su voz sonaba hermosa

- Si soy una mujer sin miedo como reclamo ser.

Sonreí 

- Entonces voy a creer en lo que dices,
no queda nada que puedas hacer.
La única prueba que necesito eres tú.

Abrí mis ojos y lo miré, él estaba sonriéndome, no me importó lo que hubiera hecho con Miles, él estaba bien, eso es lo que cuenta. Sus nudillos estaban rojos. Y deseché la idea que de verdad le haya roto una pierna a mi ex.