If you can't hang ; kellin quinn [iych #1]

XXX (8/8)

"Todos estamos viviendo un sueño porque la vida no es lo que parece. Todo es un desastre y todos los dolores que he sentido me hacen creer que todo está dañado, pero aun así quiero seguir soñando."

: : C A P Í T U L O  T R E I N T A | No soy tu novia

Moonshine. Ahora.

(Kellin)

Antes de que Alex terminara de hablar yo ya me había echado a correr a la pista de baile, no era necesario explicar a quién se refería con "tu novia" porque estaba claro que a la única pelirroja que llamaba así es a ella.

No, ella no, me repetía a mí mismo tratando de deshacer un poco el nudo que se construyó en mi pecho. No mi princesa.

La multitud masculina reunida en la pista era tenebrosamente grande, quiero decir, inmensa y todos esos pares de ojos concentrados en un mismo punto en común.

La tarima.

- ¿Kellin? Joder. Se supone que te irías luego de cantar... - susurró una voz familiar cuando una mano brusca me agarró del brazo para detener mi caminar frenético -. Será mejor que no vayas allá, te lo digo en serio Kellin - me advirtió Beau mirándome fijamente con sus ojos grises cargados de culpa, fruncí el ceño y desconfíe de mi amigo al instante.

- ¿Es ella? - pregunté sin tener que explicar de quién hablaba. Beau arrugó sus cejas con algo muy parecido al remordimiento.

- Ya sabes la respuesta – dijo luego de tragar sin querer mirarme de nuevo –. Kellin, debes calmarte antes de que hagas cualquier cosa – aconsejó antes de que yo saliera arrancando lejos de su lado –. No seas idiota - me intenté librar de su agarre, pero me aprisionó de los dos brazos esta vez, sus manos envueltas a mi alrededor -. No hagas un escándalo, recuerda la ultima vez que tuviste una pelea aquí, te llevaron a la cárcel, casi perdiste tu empleo y ¿que ganaste con eso? Estás furioso y te juro que lo entiendo, pero las cosas se pueden solucionar de una manera diferente a usar los puños como un maldito troglodita. Compórtate como un hombre de tu edad, por favor.

- ¿Como pudiste dejarla sola...? - le pregunté mirando al suelo bajo mis pies temblado de única y pura ira. Trataba de controlarla solo porque Beau me mantenía agarrado de ambos brazos como si fuesen un par de bandas de acero.

- La perdí de vista y cuando me di cuenta ella estaba en el escenario - se excuso moviendo su cabeza.

Escuché la voz de un hombre sobresalir por sobre todos los otros gritos incoherentes de la multitud y decirle a Megan algo acerca de lo que le gustaría hacerle a ese culo que tiene y eso bastó para hacer estallar una furia asesina en mi interior. Vi todo rojo y sentí mi sangre hervir como lava hirviendo, mis puños ardían por golpear la cara del imbécil que dijo eso.

O todos ellos si tenía la oportunidad.

Empujé a Beau lejos de mí con las dos manos tirando su cuerpo hasta que impactó contra el suelo y eché a corre a la tarima. Divisé cabello castaño perteneciente a un chico que agarró a Megan de la cintura para ayudarla a bajar y dejarla en el suelo.

Comencé a aminorar mi paso, pensando que ella ya estaba a salvo de esos tipos calientes.

Pero la tensión volvió a mí en el doble de su potencia al ver que el tipo bajaba su cabeza para besar los rojos y carnosos labios de mi princesa.

Si me lo preguntaran otro día, no creo nada pudiese haberme controlado, todos mis instintos me gritaban que reclamara lo que era mío, el celo casi inconsciente y totalmente desconsiderado. Ira no alcanzaba a describir lo que sentí cuando vi sus bocas juntas por tantos segundos. Algo se activó en mi cabeza de no dejar a ningún otro tomar lo que yo había encontrado primero, y mi cuerpo me exigía que defendiera a Megan, porque ella era mía. Mía y de nadie más.