XVI

13K 659 77
                                    

"Quizá soy un ladrón por robar tu corazón escurridizo, y tal vez soy un delincuente por no preocuparme por ello. Probablemente soy una mala, mala, mala persona. Bueno bebé, lo sé"

: : C A P Í T U L O  D I E C I S É I S | Caíste, Quinn. Ya caíste

Moonshine, 12:07 p.m. Barrios bajos.

(Kellin)

Dejé caer mi cuerpo cansado en esa superficie de acero frío, casi rivalizando con el hielo que me estaba consumiendo por dentro de forma lenta. Alex puso sus ojos en mi, brillando de manera curiosa al ver mi expresión. Su boca se curvó en una esquina hacia arriba como si se hubiese acordado de un chiste muy gracioso, seguramente el chiste que mi cara de malhumor era. Desde un tiempo que no venía por aquí, y mucho más extraño pensando en mi dependencia por ello.

El Moonshine es como mi santuario, no sé cómo explicarme, pero cada vez que los recuerdos se hacían demasiado pesados como para soportarlos necesitaba mi dosis de olvido y eso sólo lo encontraba aquí.

- Sírveme algo fuerte, Alex – gruñi -. Lo necesito demasiado.

Alex era el barman del Moonshine desde que tengo recuerdo. Su padre era el dueño del lugar y su padre antes de él, y todos ellos comenzaron repartiendo bebidas en la barra. Cuando me contrataron en este lugar para cantar los fines de semana, con un sueldo y horario que me dejaba libre para pagar todas mis cuentas, y todo gracias a Alex  es que se había convertido en uno de mis mejores amigos, casi mi salvador si lo pensamos bien.

Él conocía todas y cada una de mis facetas de embriaguez, pero no sabía todos los motivos los cuales las conllevaban.

Su ceño se frunció, la pequeña sonrisa en su boca deslizándose fuera siendo reemplazada por una mueca de molestia.

- Kellin – comenzó con un tono disfrazado de razonable -. Son las 12 de la noche - dijo esto como si fuera un pecado que yo estuviese a esa hora en el lugar -. Y no se sí lo recuerdas pero cordamos que luego de la media noche no me quitarías a los chicas que lleguen.

Suspiré, pasando una mano tensa por mi cabello.

- Alex - susurré mirando el jarro de almendras, conteniendo mi irritación.

- Eres el peor amigo del mundo – prosiguió sin oírme -. No puedes dejar aunque sea una sola para mí. Todas aman al que canta y lo he aceptado, ¿pero además debes acaparar las de la barra? Eso sólo lo haces porque me odias.

Me mantuve callado.

- ¿Por qué no te compadeces de un pobre barman como yo que trabaja toda la noche para recibir esa recompensa?

- Alex, cállate - dije mirandolo a los ojos. Él debió notar mi irritación porque se calmo -. No te arruinaré la noche, ¿de acuerdo?

Su boca se transformó en una sonrisa tan rápido que me sorprendí.

- Genial.

- Bien.

- Oh,  por cierto, ¿sabes quién vino aquí preguntando por ti? 

No respondí, ni tampoco debía. Alex tiene esa extraña afición de responder sus propias preguntas. Es impresionante verlo mantener una conversación unilateral durante lo que podrían ser horas y luego seguir teniendo tema del que hablar.

- Beau. Dijo que tu moto ya está arreglada, pero como no estabas se ha ido dejando la cuenta.

Asentí recibiendo el papel que contenía el cobro, mis ojos fijándose en el monto elevado de dinero. Este hombre prácticamente cobró uno de mis testículos como pago y ni se inmutó. 

If you can't hang ; kellin quinn [iych #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora