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"El amor es la respuesta a una pregunta que se me ha olvidado."

: : C A P Í T U L O  SESENTA | Eres un gallina, Quinn

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Mansión Menser, minutos más tarde.

(Megan)

Aún mantenía los ojos abiertos al momento en que Kellin, sigilosamente, había empezado a subir los peldaños de la escalera. Al parecer había ido a entregar a Finny con su madre, aun pensando que yo estaba dormida. Y en ese lapsus de tiempo pensé algo que, en mi estado de shock anterior, no había pensado.

Si esa niña era tenía los mismos ojos azules de Kellin, la misma sonrisa, la niña era la réplica de él, entonces... ¡¿Cómo es posible que él me lo haya ocultado?! Una criatura de cinco años no sería invisible por siempre, y Kellin ni siquiera estaba dispuesto a compartir eso tan importante conmigo.

Lo miré fijamente cuando él abría, ligeramente la puerta de mi habitación y trataba de que ésta no chirriase al abrirse.

- Kellin – dije con tono gélido.

Él dio un brinco y miró bruscamente en mi dirección. Vi el momento exacto en el que sus ojos se abrían al saber que yo estaba despierta.

- Mierda...- susurró. Mi ceño se frunció.

- ¿Dónde fuiste? - pregunté envolviendo mis brazos a mi alrededor. Por lo menos cuando Kellin había ido a dejar a la niña, pensando que yo aún estaba dormida, había aprovechado de ponerme una camiseta y un short.

- Estás despierta – dijo lo obvio – ¿Estás bien? ¿Quieres que te traiga algo de comer? – sonrió. ¿Intentaba distraerme?

- ¿Dónde fuiste? - volví a preguntar. Sus labios se apretaron y parpadeo varias veces. Pensando que si pestañeaba mi tono molesto se iba a disipar.

Mala idea, la verdad es que, el hecho de que parpadeara tratando de apaciguar el ambiente se me hizo mucho más molesto que si no lo hubiese hecho.

Él se quedó parado allí mirándome y todavía pestañeando.

- Yo fui a hacer algo. Pero ya estoy aquí. No hay de qué preocuparse, princesa, vuelve a dormir - fue su respuesta final. Demonios, estaba mintiendo, pero sonaba como si la mentira saliera instantánea de su boca. 

¿Alguna vez me había mentido antes? No me extrañaría. Si no fuera porque vi a Finny en mi cuarto le habría creído todo y no le habría tomado importancia.

- ¿En serio, Quinn? - pregunté alzando una ceja. El apodo "Quinn" lo dejo desconcertado -. ¿Solo es eso? 

- Claro que sí. Y no me digas Quinn, sabes que lo detesto.

- Ah, claro... ¿Y quién era la niña entonces?

Sus ojos se volvieron de un tono más claro del habitual y me miraron fijamente.

- Estabas espiando - dijo fríamente - Odio que me espíen. 

- No es espiar cuando estás en mi cuarto, sentado en mi sofá. Jugando con mis peluches con una niña rubia tan parecida a ti.

Él se tensó visiblemente y apretó la mandíbula, volviendo sus manos puños. Veía como a sus nudillos dejaba de llegar la sangre y se volvían blancos.

De su cuerpo desapareció todo rastro de distracción alguna. 

- ¿Por qué no me dijiste que estabas despierta? - preguntó a la defensiva.

If you can't hang ; kellin quinn [iych #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora