If you can't hang ; kellin quinn [iych #1]

XX

"El éxito de la vida no está en vencer siempre, sino en no rendirse nunca."

: : C A P Í T U L O  V E I N T E | Tú no eres Kellin

Tres años atrás. Parque de diversiones.

(Kellin)

Cuando la vida hace que tropieces muchas veces y caigas tan duro que tus piernas ya no tienen la fuerza para soportar tu peso, ese es el momento en el que debes decidir si tienes la necesidad de dejar de luchar y es cuando te das cuenta de que tienes mucho por lo que vivir. Mucho por lo que reír. Mucho por lo que sentir.

Giro hasta que mi mirada se posa en la razón de que mi cuerpo siga su curso y luche. Sonrío como un idiota cuando mis dedos se curvan en la superficie pesada que mis manos sostienen mientras mi corazón marca un ritmo constante y alegre dentro de mi pecho ante la calidez de su presencia a mi lado.

- Yo... muchas gracias - susurré sintiendo mi boca curvarse más amplio en la expresión de idiota -. ¿Cómo sabias cuál es mi libro favorito? - pregunto mirando la portada fijamente y luego de vuelta a ella. Me sonríe.

- Es porque eres tan... misterioso e inteligente, y a la vez rebelde. Yo sólo... lo vi y pensé en ti automáticamente. Sé que te gusta leer.

- Yo obtuve mi primer libro a los once de parte de Megan. Aunque se perdió mientras me mudaba a California - digo sonriendo triste.

- ¿Lo extrañas? - duda en la última sílaba -. ¿Vivir allí, cerca de...? - no termina.

Parpadeo consternado.

- Yo... no lo creo. Fue para mejor, ella se olvidó de mí, me borró de su memoria luego de lo que pasó ese día. Su tío me exigió que jamás estuviese cerca suyo, que lo último que ella necesitaba era un bastardo abandonado como yo.

- Lo lamento - dice apretando los puños con impotencia a sus lados, mientras su cuerpo delgado tiembla. Le paso un brazo por los hombros y acerco su cálido cuerpo a mi costado. Beso su cabeza y acaricio su brazo.

- ¿Qué lamentas? No seas tonta, tú no tienes la culpa - digo soltando una risa al ver la compasión impregnada en su hermosa cara -. Mi madre me abandonó y ni ella lo lamenta como tú lo haces. Además, me mantengo muy bien con mi trabajo de fin de semana en el bar y no necesito más. Así que no llores - arrugo la nariz -. Te saldrán arrugas.

- Es porque te quiero Kellin - dice sollozando, sin poder contener sus lágrimas. Retengo el aliento y cierro los ojos esperando  que mi cuerpo no responda a esto, que no se emocione. 

Lo hizo de todas maneras, ella acaba de decir que me quiere. Dios, ¿cómo, con esas simples palabras, puede hacer mi corazón latir así de rápido? 

- Eres alguien especial para mí, mi mejor amigo - suelto el aliento contenido y sonrío auto compadeciéndome.

Qué graciosa es la vida, ¿no? Susurra una voz en mi cabeza. Lo es, afirmo asintiendo con la cabeza, lo es en verdad.

- ¿Cómo quieres que no lo lamente? No tenías familia y perdiste a tu mejor amiga en algo que en realidad no es tu culpa.

- Kate... eso sí fue mi culpa - murmuro mirando el suelo.

- Bien, pero nadie tenía el derecho a decirte una mierda...

- Hey - toco sus labios, esos suaves labios que hacen mi cabeza volar, con mi mano libre -. No digas palabrotas.