"Aprende a obsequiar tu silencio a quien no te pide palabras y tu ausencia a quien no aprecia tu presencia, esa es la única manera de avanzar."
: : C A P Í T U L O D I E C I N U E V E | La podrías conquistar
Mansión Menser, portón principal.
(Megan)
- No, Val – susurré con voz forzada, mis miembros protestando en contra de la pesada carga que llevo -. No intentes detenerme - exclamé mientras arrastraba el inerte cuerpo de Val, quien estaba de manera testaruda agarrada a mi pierna.
No estoy bromeando, literalmente aferrada a mi pierna.
Ella negó con la cabeza tan rápido que envió mechones de su cabello a chocar contra mi muslo causándome cosquillas.
- Megan, ¿tienes una idea de lo peligroso que es California a medianoche? Por favor, recapacita. Tu tía advirtió que no podías salir de noche cuando ella está de viaje. Y... y... ¿Además qué tienes que ir a hacer fuera?
Suspiré, frustrada. Ella no entendía ni aunque lo explicase con manzanas y dibujos.
- ¿Es que aún no lo comprendes, Val? Este es el momento perfecto, mi tía está en Los Ángeles y dejó la casa para mí sola, toda esta semana. - Val me miró aún con un brillo de desapruebo -. ¡Además es mi culpa que Kellin esté así! Es mi responsabilidad ir a ver cómo está - dije tomando la manija de la camioneta con una mano temblorosa . Mi tía Jess guardaba este vehículo de repuesto como recuerdo de sus días comunes antes de ser una millonaria inversionista. Razoné conmigo misma y ya que quedaba muy poco tiempo para ir a tomar el autobús a unas cuadras de mi casa opté por la camioneta -. ¿Sabes? Si quieres puedes venir conmigo, Val, a mí no me...
- ¿Qué decías? - preguntó Val con una sonrisa en la cara, quien ya se estaba ajustando el cinturón de seguridad del asiento de copiloto. ¿Cómo es que entró tan rápido a...?
Val hizo un sonido de impaciencia con su garganta avisándome que estaba perdiendo el tiempo preguntándome cosas que eran inexplicables.
- De acuerdo, vamos - susurré metiendo mi cuerpo en el auto, hice ronronear la camioneta del año 1978. Aun me sorprendía que todavía sirviera esta reliquia de la sociedad Estadounidense tan bien como lo estaba haciendo. Es decir, vamos, mi tía jamás la ha llevado a ver un mecánico desde hace mínimo diez años.
- Jess se va a enfadar - advirtió Val, barbilla temblorosa, Poxleitner .
- Me haces sentir cosas sexys en el estómago cuando dices "enfadar" en vez de enojar con tu acento de...
- ¿Ese Kellin es el mismo de principio de año? - preguntó cambiando de tema, sin querer escucharme hablar de su sensual acento canadiense-. ¿Lo es?
Desvié mi mirada, encontrando inusualmente interesante el paisaje frente a mí. Dios, pero mira, es un árbol... ¡con hojas verdes!
- Responde, Megan.
- Uh... sí, eso creo – confesé en un murmullo, haciendo una mueca -. Pero pueden ocurrir milagros y los aliens pudieron haberlo tragado hace poco.
Val me ignoró.
- Oh, ¿él, al que odias con todo tu corazón? - insistió con una voz que cada vez estaba irritando más mis nervios agitados.
Val, eres la mejor amiga del mundo, pensé con sarcasmo.
- Sí - murmuré luego de un segundo.
- ¿El mismo que se burló de ti? - ya podía sentir su burlona ceja alzarse en su cara, aún si mis ojos no la veían.
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If you can't hang ; kellin quinn [iych #1]
Teen FictionSerie If you can't hang: 1. ¡Aviso! Esta historia puede provocar su risa histérica, un llanto melodramático y un par de sentimientos asesinos hacia los protagonistas. Un poco de paranoia y mucha, pero mucha cursilería precoz. Todo...