LXIV

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"Yo nadé todo el camino, salté y crucé por ti, ahora mira las estrellas, mira como brillan por ti."

 : : C A P Í T U L O  S E S E N T A  Y  C U A T R OTriste, un poco desamparada y levemente nostálgica 

Calle frente a la mansión Menser. 11:20 p.m.

(Megan) 

 Triste, un poco desamparada y levemente nostálgica. Pensaba que no podía haber lugar en el mundo que la autocompasión no mejorase, ella era una gran amiga avariciosa. Porque una vez que caes en la autocompasión no puedes volver a salir de allí.

 Y yo ni siquiera quería salir de allí.

 Mi celular estaba pegado en mi oreja mientras trataba de contactarme con Kellin. Hace siete minutos que estaba ensartada en esa misión. 

 Se escuchó el sonido característico del buzón de voz. Por tercera vez. 

 —Kellin, yo...— tartamudeé nerviosa, dejando entrever mi estado de ánimo, a sabiendas que él no me estaba escuchando y dudaba mucho que lo hiciera. Pero era una posibilidad y de posibilidades se basaba la vida —. Solo quería decirte que...am, yo...solo quería...— suspiré —. Perdón —finalicé patéticamente, tapando mi rostro con la mano libre que tenía, consciente de que no tendría que esconder mi rostro avergonzado porque él ni siquiera se dignaba a hablar conmigo.

 Era bueno que en estos momentos él no me escuchase o siquiera viese. Yo era deplorable.

—Sé que la pregunta no debió haber sido planteada y me equivoqué, pero es que yo... Demonios, Kellin. Necesito claridad. Es mi vida y necesito saber qué es lo que pasó ese año. Y tú tienes respuestas. Yo solo.... perdón si eso te incomodó —volví a repetir. Mientras esperaba que él contestase —. Solo quería decirte que... — te amo  quiero que vuelvas para conversar. Te necesito. Vuelve ¿sí?

 Estaba humillándome en esa forma rastrera de pedir atención y lo hacía consciente. Su atención, aunque fuese un poco...

 No lo hizo.

 Luego de cinco intentos iguales al anterior desistí de la misión. Cerré fuertemente mis ojos. Dios, si estás ahí, solo te pido que me dejes hablar con él. Solo eso, no pido nada más. Una vez. 

 Mi celular vibró como por obra divina. Dios me tenía buena. Sí, él no quería que sufriera por una pequeñez como esta ¿no? Pero las siguientes diez palabras que leí me dejaron en claro que nadie allá arriba me tenía en cuenta, en lo más mínimo. Diez malditas palabras que enterraron por completo toda mi esperanza en mi baúl de los recuerdos. 

 <<No me llames más, no quiero verte. Deja de molestarme. —Kellin>>

  El viento golpeaba fuerte mis mejillas mientras los vecinos se reunían afuera de sus casas para curiosear y saber qué es lo que finalmente había pasado entre el "delincuente-misterioso" que había entrado hace poco y yo. 

 Mis ilusiones se destruyeron mientras sentía como la realidad caía en picada contra mi cabeza y me hacía reaccionar. Y es que lo había sabido desde que lo conocí."Él es peligro seguro para tu corazón." Lo único que me quedaba era esperar a que Vic llegara a salvarme de mi agujero de auto-compasión. No, no me movería de en medio de la calle hasta que Vic llegara. 

 Él vendrá, lo dijo. Él cumple sus promesas.

 Ya ni siquiera sabía si las promesas valían de algo en este juego. 

If you can't hang ; kellin quinn [iych #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora