If you can't hang ; kellin quinn [iych #1]

XLIV (1/5)

"Cuando la noche esté bajando hacia ti, buscaremos un camino a través de la oscuridad"

: : C A P Í T U L O  C U A R E N T A  Y  C U A T R O | ¿Podrías confiar en mí?

Habitación 306, Hotel "Beach inn Malibu".

(Megan)

Me desperté con la extraña sensación de ser aplastada; me retorcí, empujando mi hombro hacia atrás.

La cara llena de marcas por las arrugadas sabanas, mi vestido de pijama no tapaba mas allá de mis muslos, enfermamente subido y me producía una sensación de frío, el cabello enmarañado, el sol matutino se colaba por un lado de la cortina que estaba media descorrida, que golpeaba de lleno en mi rostro y... ¡Oh Dios! un brazo rodeaba mi cintura.

Lleno de inconfundibles dibujos y tatuajes, era obvio que ese pecho que se pegaba a mi espalda no podía ser de otro hombre que el de mi hombre. Esas piernas que se entrelazaban a las mías eran tan malditamente familiares. Y esas manos que se aferraban a mi abdomen de forma cariñosa y posesiva, reclamándome como suya. El calido aliento que chocaba contra mi oreja que lanzaba choques de electricidad por toda mi columna vertebral. El me abrazaba, como protegiéndome.

Su inconfundible 'gloria matutina' presionaba contra mi trasero. Una pierna ser paso "casualmente" por las mías y susurro somnoliento:

- Cinco minutos más - su voz estaba ronca, amaba su voz ronca, quejándose por el ruido de mi despertador. Solté un suspiro.

Había vuelto a caer en las redes del diablo.

- Dime ¿cómo demonios permití que durmieras en mi cama?

- Val quería tener una noche romántica con Beau ¿cómo no iba a aprovechar la oportunidad? Ahora vuelve a dormir - dije entrelazando mis manos con las suyas.

- Recuerdo que te dije que estabas muerto, Kellin.

- Adivina, soy Jesús y resucité. Ahora duérmete - dijo escondiendo su rostro en mi cabello. Se aferró más a mi espalda y me apegó a él.

- Que estás muerto, significa que no te puedes acercar a mí.

- Megan, dormí toda la noche pensando en la mejor forma de no hacer nada, y lo logré porque me lo negaste. Así que no digas tonterías y duerme.

La verdad tener a Kellin tan cerca afectaba a mis neuronas y mucho mas a mis hormonas revolucionadas desde que él se había escabullido a mi habitación y metido a calentar mi cama ¡Pero tienes que ser fuerte, Megan! gritó mi orgullo.

Al diablo el orgullo, me acurruque mejor contra mi novio muerto.

- Hoy nos volvemos a casa - le recordé - Debemos levantarnos más temprano y bajar las maletas para irnos a casa.

- Déjame disfrutar más de tener tu dulce cuerpo a mi lado - olisqueo mi cabello - Sí, muy dulce.

- Eres extraño - dije tratando de no reír.

- Del que estás enamorada con todo tu corazón.

Solté una risa.

- No te creas tanto - murmuré - De hecho creo que quiero mucho más a mi almohada de lo que te quiero aquí - lo sentí tensarse y agarrarme del brazo, él me jalo hasta posicionarse encima de mí.

- ¿Qué no? - Pregunto sonriendo malévolamente - ¿Quieres que demuestre cuanto me quieres? Incluso puedo decir que me amas.

- Nos tenemos que levantar, Kell. Hoy nos vamos a casa - le recordé, desviando el tema del 'amar'. Enamorada hasta los pies, pero... ¿Lo amaba? no lo sabia aún.