El humano de quien cuidaba se volvió a mí con ojos expectantes, sus manos aún apoyadas sobre la vitrina pese al enorme cartel que pedía hacer lo contrario. Yuichiro me guió con la mirada a la enorme cantidad de postres que seguían dando vueltas sin parar.
—Ni lo pienses —advertí, cruzándome de brazos—. No pienso chasquear mis dedos para que la casa termine en una ola de dulce. Si te lo tengo que repetir por enésima vez, lo haré: Robar es malo.
—¡Por favor, Mikaela! —suplicó, sacudiéndome de las mangas de la chompa—. Solo te pido uno de chocolate y nada más.
—No. Si evitases despilfarrar el dinero en chucherías, hubieses podido comprar un par —repliqué irritado, empujando el carrito de compras hasta el tope contra su trasero—. No sé por qué diantres tienes que comprar adornos de Navidad tan caros. ¿Y quién demonios come 5 kilogramos de puré de manzana?
—Sabe muy bien con el arroz árabe —se excusó, jugándose de dedos.
—No tienes remedio —resoplé, meneando la cabeza—. Nos compraré media docena por esta vez.
—¡Lo dices en serio! —pió Yuichiro.
—¡Sí, ya qué va! Prométeme que no le meterás el dedo a ninguno y esperaras hasta medianoche para servirlos. Si lo logras, tus hermanos pensarán que es un maldito milagro navideño.
Yuichiro asintió reiteradas veces, sonriendo de oreja a oreja. Me molestaba admitirlo, pero parte de mí no quería verlo triste. Si un pedacito de torta le endulzaba la noche, era un regalo suficiente para mí.
Toda la entrada del departamento estaba regada de bolsas de plástico blancas con el logo de una de las tiendas más caras para el hogar. En cada una de ellas, había todo tipo de decoración porque Yuichiro había decidido renovar todo. Hasta las toallitas de mano con un bordado de muñeco de nieve.
—La Navidad es una de mis fechas favoritas.
—Créeme. No se nota, Yuichiro —contesté, observándolo desempacar cada vasija con sumo cuidado.
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¡Mi dios es un ladrón de dulces!
Fanfiction[MikaYuu x YuuMika] "¿Sabe que acaba de cometer un delito?" Yuichiro esbozó una sonrisa, le arranchó las donas al oficial y chasqueó sus dedos. "¿Y usted sabía que ahora comerán zanahorias?" Frente a los dos hombres, ahora había tres conejos. "¡Po...