13:00 pm
Dos toques en mi puerta hicieron que me despertase. Sin preguntar, entró mi tío en la habitación y se dirigió directamente a la ventana, para subir la persiana bruscamente y mirarme de arriba abajo. Yo tapé mi rostro con las sábanas intentando así evitar que toda aquella luz me diese en los ojos.
— Buenos días — dijo. Noté cómo una parte de mi colchón se hundía — ¿Qué tal anoche?
— Estoy cansada, déjame dormir un poco más — le supliqué mientras me giraba aún tapada con la colcha.
— De eso nada, ya tuviste tus horas de fiesta ayer, ahora ¡arriba! — de un tirón me quitó las sábanas y la colcha dejándome a pleno descubierto. Me coloqué en posición fetal y me quejé.
— ¡Por favor! Sólo cinco minutos más.
— Mia son las una, arriba ya si no quieres que no te vuelva a dejar salir más — y una vez dicho esto salió de mi habitación.
Estuve unos minutos dando vueltas sobre mi colchón, recordando todo lo ocurrido anoche. Ben y Gina, el bosque y Harry... Siete. Se me había ido por completo durante toda la noche, ¿cómo había sido tan estúpida? Esa noche eran las carreras, y yo iba a estar allí en busca del supuesto Siete. Si alguien tenía respuestas ese era él. De un salto me levanté de la cama y me tambaleé un poco, eso me pasaba por ser tan bruta. Rápidamente bajé las escaleras y fui al salón donde se encontraba mi madre sentada en el sofá.
— Hola — le saludé. Pero ella me miró y luego volvió a dirigir su mirada a la televisión, esto era completamente estresante. Unos días parece haber mejorado y otros parecía decaer. Sin pararme mucho más, fui a la cocina a por un vaso de leche. Allí se encontraba mi tío cocinando — ¿Quieres que te ayude en algo? — le pregunté mientras abría la nevera.
— No es necesario — contestó mientras añadía ingredientes a la olla.
— De acuerdo — le contesté conforme mientras que de un único trago terminé mi vaso.
De inmediato cogí mi teléfono y comprobé mis mensajes. Tenía alrededor de cincuenta provenientes de Ben y todos ellos decían si estaba bien, que dónde estaba y que lo sentía mucho. No dio tiempo a que diese un segundo toque de la llamada, cuando descolgó el teléfono.
Mia: Estoy bien.
Ben: Menos mal, lo siento mucho Mia. Siento haberte tratado tan mal...
Mia: No importa Ben, todos tenemos un mal día.
Ben: ¿Dónde te fuiste?
Mia: A una parte de la ciudad que nuca había estado, era como un bosque pero después de ese tramo había unas vistas preciosas.
Ben: ¿Y con quién... — le interrumpí.
Mia: ¿Puedo pregúntate algo?
Ben: Eso ya es una pregunta.
Mia: Otra tonto.
Ben: Claro que sí.
Mia: ¿Recuerdas que un día me dijiste que tu primo corría en carreras ilegales por nuestra zona y que tú muchas veces habías ido a verle correr?
Ben: Si... ¿y qué pasa?
Mia: Hoy vamos a ir Ben, tengo que contarte muchas cosas.
Ben: ¿Quedamos a las ocho y así me cuentas?
Mia: Perfecto.
Sonreí al teléfono y me dije a mi misma que todo iba a salir bien, al fin y al cabo necesitaba un apoyo positivo. Me disponía a subir las escaleras hacia mi cuarto cuando escuché la voz de mi tío.
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Siete ® H.S
FanfictionMia Mayer aún no es consciente de que deberá de enfrentarse a Siete, ella ahora está centrada en ayudar a su madre a superar su caída en una fuerte depresión por la trágica muerte de su marido, James Mayer. Pero Mia tiene planes, planes que serán...