Capitulo 29

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Me encontraba tumbada sobre la cama, moviendo mis pies de un lado hacia otro de manera inquieta. Harry estaba junto a mí, la diferencia era que él observaba la televisión y yo no era capaz de concentrarme en oír la voz del presentador. Las cortinas se encontraban echadas desde que entramos, y yo tenía el inestable impulso de ir hacia ellas para observarles, pero Harry no me lo permitía. Había un plan; pasaríamos ahí la noche si no sucedía nada fuera de lo normal, pero nos iríamos de madrugada. Harry iría rápido a por el coche y lo aparcaría en la parte de atrás, donde debería estar yo esperándole para montarme rápidamente. Después, cogeríamos una carretera secundaria que nos llevaría hasta la rural que nos condujo hasta aquí.

En el caso de que aquellos hombres arrancasen el auto al ver que Harry coge el coche y fueran a por él...las cosas se tornarían demasiado e irían a unos extremos que no quiero ni pensar. "Son ellos, o nosotros Mia", esa frase me la había repetido unas mil veces al oír lo temerario que se volvería todo en ese caso. Él tendría un arma encima y yo otra. Me había enseñado como tomarla correctamente, como cargarla y ese tipo de cosas, a pesar de tener la muñeca vendada y que me daba alguna molestia, creí que no me interpusiese a nada.

Habíamos revisado el plan unas veinte veces, y no debería de haber ningún inconveniente.

— ¿Qué hora es? — Harry rodó los ojos antes de mirar el reloj.

— La misma que antes, pero con cinco minutos de más.

— El tiempo pasa muy lento.

— Es lo que pasa cuando quieres que pase rápido — ambos nos miramos, aunque él no tardó en volver la vista hacia el televisor — Son las tres.

— Ya nos queda menos — colocó sus dos brazos detrás de su cabeza y se estiró de forma vaga.

— No sé cómo podrá salir esto. Si te digo la verdad, no...

— Si vas a decir algo negativo mejor no lo digas — me cortó, le miré confusa. Realmente no tendría que decirle nada, en momentos como estos, es mejor estarse callada.

Los nervios los tenía a flor de piel y cualquier cosa que le dijese hacía que rebotase; al menos la mayoría de las veces. Debía de tragarme el mal genio y respirar profundamente, sería una idiota si no lo hiciese. Al fin y al cabo, estaba aquí por mi culpa.

Me levanté de la cama y comencé a andar de un lado hacia otro de la habitación, al menos me movía, mis piernas ya comenzaban a quedarse dormidas y era una de las sensaciones que más detestaba.

Cada vez que me giraba, me era imposible no echar la vista hacia la ventana. Era como mi mente reaccionara de forma distinta a mi cuerpo, como si no le hiciese caso; como si fuesen dos partes completamente distintas y dijesen opiniones diferentes.

Me acerqué lentamente hacia ella mientras miraba de reojo a Harry, realmente necesitaba echar un vistazo; al ver como él me miró corrí hacia la ventana y eché levemente la cortina hacia el lado. Abrí mis ojos por completo, enseguida me arrepentí de haberlo hecho.

— ¡Mia! — se levantó rápidamente y agarrándome por el estómago me apartó de la ventana. Yo aún seguía con mis ojos abiertos de par en par — ¡Sólo te pido una cosa y es lo primero que haces! — Anduvo a paso preocupado hasta la ventana y repitió la misma acción que yo — Mierda.

Harry se llevó las manos a la cabeza y lo primero que hizo fue poner el cerrojo, corrió hacia la cómoda y sacó las dos armas; mientras tanto yo seguía pensando en cómo íbamos a poder salir de ahí vivos, y cada vez lo veía más difícil. Los del coche habían salido, y estaban colocados en nuestro portal, cargando las pistolas. Estaba esperándonos, nuestro plan anterior había quedado completamente anulado.

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