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 El hombre es un animal de costumbres pero no hay que olvidar que la costumbre mata al hombre.

Todos nos quejamos de la rutina y buscamos la forma de evadirla porque nos da la sensación de no estar vivos.

En parte es verdad porque según la definición del diccionario, una rutina es una costumbre arraigada o un hábito adquirido por mera práctica que permite hacer las cosas sin razonarlas. Significa que una rutina es un automatismo que podemos hacer mientras estamos pensando en otra cosa. Por lo tanto, la rutina de alguna manera nos impide ser conscientes del momento presente. ¿Pero qué pasa si intentamos cambiar la rutina? Resulta fatigoso porque tenemos que prestar atención a todo lo que estamos haciendo. En consecuencia algunos automatismos son necesarios para no volvernos locos.

El sonido de la alarma marcaba las siete treinta de la mañana, me había quedado dormida, otra vez, normalmente no es algo nuevo. Me di una ducha rápida y me puse lo que encontré, tome mi bolso y salí corriendo de mi habitación provocando que casi cayese. Esto siempre pasaba cuando llegaba tarde y no podía hacer nada, era algo que pasaba naturalmente.  Muchas veces intente cambiarlo pero supongo que es algo que ya no puedes hacer ¿verdad? es decir sea bueno o malo esta en ti y tienes que aceptarlo.

La monotonía de mi vida.

En la vida personal la monotonía, hace referencia a la regularidad, la rutina, el aburrimiento. En la vida monótona todos los días transcurren de manera similar. 

—Camila, que te he dicho de andar como loca, puedes caerte. —Reprendió mi madre. Rodé los ojos al escuchar su sermón. Me lo merecía.

—Lo siento...—Dije mientras bebía zumo de naranja.

— ¿Quieres que te lleve hija? —Pregunto mi padre.

—No es necesario, las chicas vienen por mí. —Dije y le sonreí, di un beso en la cabeza de Sof que se encontraba desayunando y salí de la casa oyendo como la bocina del auto de Dinah no paraba de sonar.

Entré en el copiloto y todas rieron.

—Por dios. si Lauren te viera ahora terminaría contigo.—Dijo Normani.

—Cállate, me quede dormida.

—Dime algo que no sepa.

—Dinah ojos en el camino.—Dijo Ally y todas rieron.

Llegamos a la universidad y nos encontramos con todas las chicas, saludamos a Alexa y a Lucy, Alexa quien ya había regresado a estudiar ya que le dieron una semana de permiso, me abrase a Dinah como siempre lo hacía y cada una nos dirigimos a nuestra aula correspondiente.

Matemáticas, odio esta materia pero tengo que mantener un buen promedio, se lo prometí a Lauren.

—Y bueno, ¿te llamó? —Preguntó Lucy bajito desde adelante.

—Si..—Dije feliz.—Me sentí aliviada.

Dije y ella sonrió, terminé los ejercicios que me faltaban y se los enseñe a el profesor.

Estaba desesperada por esperar una llamada de Lauren, estaríamos ahora sentadas y abrazadas en la hora del el almuerzo, ¡maldita beca! Pero debo de acostumbrarme.

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Narra Lauren.

Aún no me acostumbraba al horario, la verdad es que no se si había diferencia o no lo único que sabía es que aún tenía sueño y me encontraba cansada, me di una ducha y me vestí. Esperé a Vero quien se demoró media hora arreglándose.

Si me digieran que me iba a encontrar en esta situación después de que fuera una completa drogadicta no lo hubiera creído, pensé que iba a pasar toda una vida en rehabilitación, gracias a Dios y Camila apareció en mi vida, no sé qué hubiera hecho sin ella, fue mi fuerza a salir adelante. Decepcioné mucho a mis padres y a las personas que me rodeaban, no había noche en que no llegaba drogada y tomada a casa. Fueron días horribles que no quisiera vivirlos nuevamente.

¿Algún día te tuve? - CAMRENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora