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Había tenido muchos sueños respecto a la música, siempre estaba sobre un escenario con un montón de juegos de luces sobre su cuerpo y ella desenvolviéndose con sin temor alguno, por un momento recordó su niñez y en lo mucho que tuvo que pasar, sonrió al saber que todo lo malo valió la pena, y ahora en la posición en la que se encontraba, todo había mejorado. Sonrió al recordar las canciones que cantaba con su padre y como eso ayudó a cantar su primer cover y cómo vinieron más hasta que consiguió todo lo que tiene ahora.

Despertó sintiéndose completamente bien, algo que amaba de aquellos buses era que estaba totalmente oscuro por dentro si las luces no estaban encendidas, no importaba si era de noche ni de día, la oscuridad en el buen sentido le transmitía cierto tipo de calma. Suspiró mientras se encontraba sola en aquel bus que era solo para ella y Dinah ya que su Sinu no pudo acompañarla esta vez, debía de quedarse con Sofi y su padre en casa. Tuvo la esperanza de que cuando despertara encontrar a Lauren a su lado como tantas veces había soñado pero no.

—Eh... Has despertado. —Dijo Dinah mientras se sentaba en la cama a un lado de ella. Camila le sonrió y se recostó en la cabecera.

—Por suerte hoy no hay show. —Dijo sonriendo.

El móvil de la castaña sonó avisando un nuevo mensaje entrante.

¿Es mucho pedir que estés lista en diez minutos? El desayuno sigue en pie, he tenido un inconveniente pero pude solucionarlo. –Lauren.

Camila sintió que su corazón se aceleraba y sonrió, claro que si, había recordado aquellas palabras de la noche anterior y la ojiverde no las había olvidado.

— ¿Y esa sonrisa? Camila Cabello estás ocultándome algo. —Dijo Dinah queriendo mirar la pantalla del móvil de su mejor amiga pero no se lo permitió.

—Es Lauren. —Dijo sonriente y Dinah la miró sorprendida. —Saldremos a desayunar.

—¿Y qué haces aun en la cama? Ve a ducharte y arreglarte. Hueles mal.

Lauren caminó por aquel pasillo que parecía no terminar nunca, era una mujer con muy poca paciencia, y no sabía lo que su amiga tenía preparado.

—Hey, no pensé que venías.

—Bueno, me enviaste un mensaje ¿no? —Respondió obvia y su amiga sonrió.

—Lauren pareces molesta, ¿hace cuánto tiempo no me ves?

—Eres un peligro para mi mundo, Keana. —Dijo mientras sonreía y la abrazaba.

Keana había regresado de uno de tantos viajes, su amiga estaba siendo una modelo muy reconocida a nivel mundial, participaba en varios videos musicales y era portada de revistas, pero ¿por qué no? Si es hermosa.

—He tenido un contrato a medio tiempo aquí. Y pensé en venir a visitarte.

—Es bueno que siempre recuerdes a tus amigos, Keana.

Siguieron caminando y Keana miró a Lauren, aquella no era su amiga, aquella que vio la última vez tan destrozada y acabada.

— ¿Estás bien? —Lauren frunció el ceño por aquella pregunta. —Hablo de ti, de cómo esta aquel corazoncito. —Keana sonrió tiernamente mientras agarraba el brazo de Lauren.

—Creo que todo estará bien.

—Más te vale, Jauregui. Ya sabes lo que le pasa a las que puedan hacerte daño.

—Keana pareces una novia posesiva.

—Siempre serás mi crush, Lauren.

La ojiverde negó mientras reía y abrazaba a su amiga.

¿Algún día te tuve? - CAMRENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora