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Sus pesadillas eran constantes en las noches, gritaba y nadie podía escucharla, eran días del infierno. Siempre pensó que iba a tener una compañera con quien poder charlar pero no fue así, le habían dicho que no era posible ya que podían surgir problemas, discusiones, para Lauren era comprensible, pasaba lo mismo que en las cárceles pero a diferencia de esta ahí si tiene compañeros de celda. La habitación era increíblemente grande, se atrevió a compararla con la suya, tenía un estante de libros que ella misma se había encargado de llevar y otros que había sido obsequios de Ally y algunos de Nicole. Todos los había terminado e incluso había comenzado a leerlos nuevamente. Para pasar el tiempo. Para una chica como ella era aburrido, lo único entretenido era salir a correr en las mañanas, había conseguido que la dejasen correr antes del amanecer ya que a la ojiverde le encantaba ese pequeño momento del día. ¿Qué más haría los meses que le quedaban? Apenas llevaba varias semanas y ya había perdido la cuenta de los días, si no fuera por Nicole Lauren no comiera ni tomaría aquellas medicinas que estaba haciéndola enflaquecer. Pero todo iba a valer la pena, De eso estaba segura.

Había un recuerdo que siempre rondaba en su mente. La mayoría del tiempo era de su infancia, recordaba sus muñecas como jugaba con ellas. Recordó algunos cumpleaños, su mente ni siquiera estaba siendo forzada, los flashes de su infancia estaba llenando su vida ahora. Nicole le había comentado que aquello venía porque extrañaba sentirse "niña" de alguna manera Lauren lo sentía sin que estuviera enterada. ¿Raro? Mucho para ella, pasaba los días recordando cuando todo en su vida estaba bien y sus únicos problemas era hacer las tareas de la escuela. No quería vivir en esos recuerdos, significa que ya es una adolecente, ¿no? Y debe actuar como tal.

-Sé que sientes que siempre va ser así. -Comentó Nicole y Lauren la miró desde su sillón.

-Pero está pasando, llevo varios meses.

-Has estado sin ver el mundo al que estabas acostumbrada. Pasa por que solo ves a tu familia, por eso sueñas con recuerdos de tu infancia.

Lauren suspiró, su cabeza dolía y se sentía cansada, su cerebro había estado trabajando muy fuerte y eso la estaba desgastando. No bastaba los ejercicios físicos que hacía recorriendo todo el centro de rehabilitación, había pasado por su cabeza escaparse y siempre cuando estaba a punto de hacerlo Nicole se lo impedía, agradecía mucho tener a aquella chica. Había sido su salvación en varias ocasiones.

-Debes de parar de dormir en las tardes, eso hace que en la noche tu mente divague y no puedas conciliar el sueño.

-Cuando duermo el tiempo pasa muy rápido.

Nicole sonrió y negó levente, aquel caso que estaba enfrentado era el primero en su experiencia y le estaba resultando muy difícil, prácticamente se le estaban acabando las ideas de cómo solucionar las cosas pero no iba a abandonarla, no cuando necesita ayuda. Lauren sabía que era complicado, después de muchas veces parar en el hospital esta vez había valido la pena, antes de ser internada ya había visitado el lugar, fue testigo de ver a muchas personas, jóvenes y adultos estar en aquella situación. Había estado enojada con sus padres por tomar aquella decisión de prácticamente encerrarla pero sabía que tenían razón, no quería ser "mal ejemplo" para sus hermanos y que terminen en el mismo sitio o incluso peor. No se lo perdonaría.

Muchos conocían a Lauren Jauregui como una chica popular, aunque había salido meses después de iniciar el último año nadie habló de ella, Ally le había comentado en varias ocasiones que era como si nunca hubiera existido, para la ojiverde era lo mejor, no quería que la recordaran como <la chica que dejó la escuela por drogadicción> no había visto el peligro hasta la que la última gota derramó el vaso, desde ahí se dio cuenta de que lo estaba echando todo a perder. Sus amigos. Su familia. Todo.

¿Algún día te tuve? - CAMRENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora