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FlashBack.

Quito aquel abrigo que tenía, había salido a caminar por el gran patio que tenía el edificio de rehabilitación, sentía que se volvía loca estando en su habitación, eso no tenía color para ella, odiaba el color blanco.

Miró como algunas chicas arrancaban sus cabellos de la desesperación, pocas veces lograba verlas a los ojos observando tendencias de suicido y aislamiento, sabía por Nicole que algunas habían abortado y había muerto por enfermedades respiratorias, muchas habían ido a la cárcel.

Maldita cocaína.

La cocaína es obtenida en la calle, muy fácil al decir verdad. Para Lauren fumarla era una zona de escape. Nunca supo exactamente porque lo hizo, porque había caído meses en ese mundo, ¿malas influencias? Tal vez.

—Y dime, ¿Por qué crees que no terminaste como ellas? —Miró a Nicole quien estaba sentada a su lado.

—No lo sé.

— ¿Has pensado en el gran esfuerzo que tu familia hizo? Aceptaste ayuda, Lauren. Ellas están aquí porque se siente obligadas o porque posiblemente es la zona más segura de que no muera por alguna sobredosis. —Dijo suavemente. —Debes armar un propósito, sentir que esto tiene un objetivo. Hay chicos aquí que no tienen a nadie porque sus padres están el mismo estado o incluso muertos. Tienes a tu familia, ellos te apoyan.

Lauren sonrió y asintió mientras sentía que su vida volvía a reiniciarse, sentía que todo valía la pena.

—Pronto saldré de aquí.

Nicole la miró con el ceño fruncido.

—Es mi objetivo.

La psicóloga asintió orgullosa de aquella chica. Entonces se dio cuenta de que no quería que Lauren terminara como aquellas chicas e iba a apoyarla en todo. Iba a ayudarla para que siga disfrutando de ser libre. De vivir la vida.

Fin de Flashback.

—Lauren, ha despertado. Se ve mejor ahora. —Dijo Ally mientras Lauren terminaba de alistar el desayuno para Camila, sabía que a la castaña le encantaba el yogurt de durazno, puso una banana en trozos y una manzana verde acompañadas de un zumo de naranjas fresco. Lo puso en una bandeja y entró al cuarto observando s una Camila nueva.

Sonrió y dejo la bandeja en sus piernas.

—Es necesario que comas frutas. —Dijo mirando de reojo a la castaña. Ally se sentó alado de Camila en la cómoda cama. —El suero se ha acabado. —Susurró. Tomo un poco de alcohol y con un algodón paso suavemente por donde estaba insertada aquella manguera.

Camila gimió de dolor al sentir como Lauren retiraba la gasa colocada.

—Lo siento. —Dijo suavemente acariciando la zona adolorida. Camila no había dicho nada, no podía hablar. Lauren necesitaba escucharla.

Lauren tocó la frente de la castaña y sintió como tembló, Camila cerró sus ojos.

—Bien, ahora sí. Come. —Dijo la bajita rompiendo el silencio. Lauren retiró su mano sintiendo nerviosismo.

—La fiebre se ha ido.

—Quiero saber que me paso. No me lo han dicho ¿Por qué estoy así?

Lauren miró a Ally preocupada.

—En la fiesta de Dinah pasó algo. —Contó la bajiita. —No se sabe como pero estabas drogada. —Camila la miró sorprendida.

—¿Qué? Es imposible. Yo no...

¿Algún día te tuve? - CAMRENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora