40 (parte 1)

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No era muy fan de las fiestas, siempre se retiraba antes siendo cuestionada por sus amigos y amigas, no le encontraba nada interesante, ¿Por qué las personas se vuelven locas en aquellas fiestas? No le importaba lo que digan los demás, no le agradaba estar rodeadas de personas que jamás había visto en su vida o quizás sí...solo...solo no las recordaba, había sido testigo de muchas personas saludándola en su experiencias yendo a fiestas y ella solo tenía que sonreír intentando recordar si había visto alguna de esas caras. Pero no.

Dinah era siempre aquella persona que la convencía para que la acompañara a las fiestas y hoy era el cumpleaños de Normani, había dejado todo de lado, había prometido que su carrera no iba a interferir cuando de alguna amiga se trate y eso para ella era importante. La amistad era importante. Desde la escuela habían prometido pasar sus cumpleaños juntas hasta sus últimos días. No le importaba ni siquiera la presentación que tenía mañana en un canal de televisión, hoy todo era por su amiga. Todo iba a ir por ella.

Sonrió cuando se miró por tercera vez en el espejo, esta vez decidió por un vestido sencillo de color negro que llegaba hasta un poco más alto de sus rodillas y muy pegado al cuerpo. Definía totalmente su figura.

—Despertaras mucho la atención esta noche, Mila. —Dijo Ally regalándole una sonrisa.

—Espero y hagas los movimientos sexys que te enseñe. —

Camila sonrió mirando el gesto que hizo su mejor amiga y suspiró tocando su cabello un poco y retocando su maquillaje.

Se encontraba nerviosa, no sabía por qué. Con su mejor amiga había conseguido buscar un lugar alejado de la prensa ya que Normani había hecho una audición para un programa de baile muy visto en el país e internacionalmente, sabía que su amiga iba a quedar, era increíblemente talentosa. Aquel lugar era un viejo club alejado de la ciudad con una hermosa vista a la playa desde la terraza, se había enamorado completamente de aquel lugar y no dudo en organizar todo ahí, Dinah se había encargado de contratar y pagar por todo cómo regalo para Normani. Ally, Dinah, Camila y Lauren, las cuatro chicas habían puesto todo de su parte para que aquella noche sea especial para su amiga.

—Dinah...—Susurró la castaña tomando su mando antes de entrar al club, Ally ya lo había hecho.

Su mejor amiga se giró completamente mientras la veía.

—Sabes si....uhmm. Si aquella chica estará con... —Suspiró, no podía decir su nombre sin que su voz fallar o sufriera un paro cardiaco.

—..Lauren?...—Dinah terminó su pregunta más bien respondiendo a esta. La miró suspirando y negó suavemente.

Camila se sintió un poco más aliviada.

Las sensaciones que estaba sintiendo aquella noche era indescriptibles, sentía un nudo en la garganta y su corazón no dejaba de latir desesperadamente hasta tal punto de quedar sin aire. La castaña caminó abrazada del brazo de su mejor amiga mientras veía cómo aquel club ya se empezaba a llenar, Ally estaba con aquel apuesto doctor y le sonrió desde lejos. Se quedó en la parte del bar y bebió un poco de cerveza, necesitaba tener un poco de alcohol en su interior.

— ¡Estás loca! —Exclamó Veronica al mirar como Lauren estaba bebiendo. —Maldita sea, Lauren. No puedes beber wiski. —La reprendió y la ojiverde suspiró e hizo un movimiento con la cabeza señalando al otro extremo de aquel club.

Vero deslizó su mirada la dirección que su amiga le estaba señalando y entendió. Lauren simplemente suspiró.

Hermosa.

Aquella chica estaba malditamente hermosa. ¿Cómo era posible? ¿Cómo si quiera iba a poder caminar aquella noche? Ni siquiera podía moverse. Nada. Su cuerpo no reaccionaba.

—No puedes actuar de esa manera. ¿Dónde rayos esta Nathan? —Preguntó mirando su celular.

—No lo sé. Anda muy histérico con el pastel. —Susurró mientras arreglaba su vestido. Que por coincidencia también era negro.

Mientras Vero miraba su teléfono Lauren se dio el tiempo de analizar fijamente a Camila, la chica no se había percatado de su mirada, la castaña parecía estar absorta a cualquier situación que estaba pasando en aquella fiesta y solo tenía una botella de cerveza en la mano mientras veía hacía todos lados. Se había lisado el cabello, ¡maldición! Su espalda se veía hermosa, Lauren apretó su mano alrededor del vaso que tenía en la mano al ver el vestido que tenía y el escote en medio de su pecho.

No...

No podía creerlo. Aquella noche era el inició de su perdición.

— ¡Maldición, Verdes! Contrólate. —Dijo efusivamente Nathan dándose cuenta de la situación que estaba viviendo su amiga en aquella noche.

—No tienes que perderla de vista. —Nathan asintió mirando a la ojiverde preocupado.

Lauren apreciaba mucho que Vero se preocupara por ella de esa manera, sabía el peligro que podía implicar beber demasiado y aunque llevaba mucho tiempo sin hacerlo esa noche, la necesitad era mucho. Nada podía saciarla.

La ojiverde simplemente se dedicó a evitar mirarla aunque aquello parecía imposible. Normani ya había llegado y estaba siendo saludada por todo en aquel club. Sonrió al ver lo feliz que estaba su amiga, de repente la música empezó a sonar y sintió calor, mucho calor.

No podía tener un ataque de pánico en aquellos momentos. Sentía una gran presión en su pecho. Caminó entre las personas que ya estaban bailando alocadamente pero su paso fue intersectado por Dinah quien la tomo del brazo y prácticamente la arrastró a la pista, la luz estaba apagada y no podía ver nada solo pequeñas luces color neones por todas partes. Pestaño varias veces y sin darse cuenta ya había empezado a bailar junto a Dinah. Sonrió y dejó salir una carcajada al ver los movimientos de su amiga. Alzo la mirada y miró a Nathan quien de un momento a otro había empezado a bailar con Camila. Frunció el ceño y cerró los ojos tratando de tener toda su concentración en otra cosa que no sea Camila. No podía estar sintiéndose de esa manera.

No podía.

Suspiró, estaba completamente acalorada y el ambiente no ayudaba para nada. Siguió bailando con Dinah y se dio cuenta de las intenciones que tenía el moreno, Nathan se acercaba mucho más a Lauren y esta inconscientemente negó logrando conectar su mirada con la del moreno.

Camila estaba de espaldas mientras reía por los ridículos movimientos de su amigo y apretó sus manos en las caderas de Dinah, necesitaba salir de aquel lugar. ¿En qué momento le falto el aire? Nathan giró a Camila de tal manera que esta tenía su espalda en su pecho, la castaña conectó su mirada con la de la ojiverde y se congeló por completo, sintió como su corazón había dejado de latir. Sus piernas empezaron a fallar.

Lauren la miró fijamente, prácticamente clavó su mirada en aquellos ojos marrones. Dinah sonrió dándose cuenta de la situación y jaló a la castaña y la empujó hacía Lauren quien por inercia coloco sus manos en la cintura de Camila.

Fuego.

Eso fue lo que sintió, una corriente llena de estímulos que llegaron hasta su cabeza, la miró agitada y Camila entre abrió los labios totalmente sorprendida. ¡Maldición! ¿Por qué sentía tantas ganas de besarla? ¿Por qué aquella noche se encontraba tan jodidamente hermosa?

La noche apenas estaba empezando.

— ¡Qué empiece la fiesta! —Gritó Dinah bailando con Nathan haciendo que toda la gente enloquezca. Esto causo la castaña sea empujada acercándose mucho más a Lauren.

La música no ayudaba, aquel ritmo era tan sensual y su cuerpo estaba respondiendo. 


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No enloquezcan :') 

¿Algún día te tuve? - CAMRENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora