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Atrapó su labio inferior  de Lauren y la beso profundamente sin importarle nada, no sabía por qué aquella necesidad que estaba sintiendo, quería a la ojiverde a cada segundo, que importaba si estaba loca, aquello era lo mejor que estaba sintiendo.

Llevó sus brazos al cuello de la ojiverde tratando de acercarla lo más posible, era ella quien tenía en control en ese momento. Sintió cómo Lauren suspiraba sobre sus labios y aquel suave toque de sus manos en su cintura la estaba volviendo loca. Lauren se alejó de golpe haciendo que Camila abra los ojos sorprendida, a esa altura la castaña ya estaba sobre las piernas de la ojiverde.

— ¿Por qué hacemos esto? —Preguntó Lauren acariciando suavemente la cintura de la castaña.

Por más que no había querido cortar aquel beso no podían estar haciéndose eso, sabía que no estaba bien pero se sentía tan bien besarla.

—Porque lo queremos, Lauren. —Camila sonrió levemente acariciando el cuello de la ojiverde. —Yo te quiero. —Aseguró y Lauren la miró fijamente mientras sonreía.

Beso su nariz cariñosamente haciendo que Camila sonriera.

¿Qué estaban haciendo?

Lauren prácticamente tenía la mente bloqueada pero, si se sentía tan bien besarla, ¿por qué su corazón aun dolía? La ojiverde sabía que el daño estaba hecho y aunque ya se encontrase mejor no iba a olvidar jamás lo que había pasado y mucho menos que Camila había sido la chic que rompió su corazón en mil pedazos, ¿por qué era tan débil? A veces odiaba ser tan masoquista.

—Escucha, sé que es difícil....Yo aún tengo un lio en mi cabeza y en las noches solo pienso lo mal que estoy haciendo pero, Lauren... cuando estoy contigo, cuando estamos juntas nada parece estar mal. —Susurró.

—¿Por qué nos sentimos de esta manera? Me siento culpable, necesito alejarme de ti, Camila y no me lo haces fácil.

Camila sonrió escuchando las palabras de Lauren.

—Me tienes, Camila. Siempre me has tenido.

Lauren se había rendido, ya no había nada que pudiera hacer.

-

Cuando cantaba una canción sentía que todo estaba bien, sentía que de alguna u otra manera la realidad no la golpeaba como siempre solía hacerlo. Cada suspiro era tranquilidad, aquellas cuerdas de la guitarra le transmitían calma.

—¿Hace cuánto no compones?

Vero miró el cuaderno de Lauren, aquellas eran solo vagas notas sin final, ideas sin sentido que Lauren no había podido culminar. Sabía que su amiga era muy buena escribiendo y si no sería una exitosa escritora de libros o poeta tendría que ser una compositora, y ahora lo era.

Ahora, solo la veía desconcentrada.

—Desde que llegamos de Texas has estado rara, Lauren. —Le dijo mirándola fijamente, la ojiverde bufó y dejó su guitarra a un lado para después cerrar su cuadernillo.

—No sé de que hablas. —Dijo mientras caminaba para sentarse frente a su ordenador.

—Definitivamente, sé que están mintiéndome, esa es tu frase. Siempre la dices cuando estás mintiendo. —Lauren negó con la cabeza aún sin mirarla. — ¡Bien! Entonces dime, ¿por qué te has alejado de Bright? Ella ha preguntado por ti.

Lauren la miró rápidamente y cerró los ojos.

Por un momento había olvidado aquellos ojos color miel y aquella melena que la volvía loca, su corazón dolió con solo pensar en lo mal que estaba haciendo, desde lo que paso en Texas con Camila después de la grabación del video, aquel beso que se había sentido tan bien, y aquel beso que también volvió a suceder.

¿Algún día te tuve? - CAMRENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora