—Camz...
Camila la miró sonriente, Lauren estaba encantada con el libro que su novia le había regalado. Era tan tierna cuando algo le gustaba.
—No tenía porque hacerlo.—Dijo mirando con admiración aquel libro.
—Siempre me haces regalos, Lauren. Era hora de que yo lo haga.—Dijo mientras la abrazaba, le encantaba abrazar a aquella chica, era un poco más alta y eso hacía que sea perfecto.
Adoraba cuando Lauren usaba chaquetas o poleras, los abrazos eran más cómodos, era increíble las sensaciones que podía sentir con tan solo sentirse de aquella manera, Camila lo consideraba gracioso y no le gustaba que nadie más lo haga, en ese aspecto era muy celosa y Lauren lo sabía, por más que le gustara ver molesta a su novia mejor era no arriesgarse.
—Me gustan tus abrazos.—Dijo mientras cerraba los ojos.
Sentía que podía caer dormida en aquellos brazos.
—Camz, siempre lo dices pero luego te vas con Dinah.
Camila rió.
—Los tuyos mejores.—La miró fijamente y llevó una mano a su rostro para acariciarlo.
Se acercó a ella dándole varios besos pequeños haciendo que Lauren sonría, ¿cómo alguien podía ser tan perfecto? Camila siempre se preguntó aquello, no creía poder gustarle a alguien como la ojiverde, y es que parecía ser de otro planeta o como ella le decía "la chica del planeta verde" siempre se sentía insegura con ella, no sabía que le gustaba y en los primeros meses de relación usaba vestimenta para llamar la atención de Lauren sin saber que aquello no fue la primera impresión de la más alta, ahora sabía que Lauren no solo estaba enamorada de su físico si no también de lo intelectual, le había recitado un poema de lo hermosa que era y como se había enamorado de sus ojos y la manera de pensar que tenía la castaña. Lauren había encontrado las palabras perfectas para expresarle todo lo que la castaña le hacía sentir. ¿Había llorado? Por supuesto, fue en ese entonces que descubrió lo tan enamorada que estaba de esa chica y que ya no había vuelta atrás, le había robado el corazón sin darse cuenta.
No le importaba que fuera una chica, no le importaba que la cuestiones, no le importaba nada cuando se trataba de ella.
Estaba enamorada y eso era lo que importaba.
Parecía invierno, no era precisamente del clima en el día, ella lo sentía de esa manera, siempre había comparado aquello con su vida, con su estado de ánimo. Era precisamente una tormenta pasando por toda su vida y ella no podía hacer nada para pararla. Como una avalancha los problemas caían sobre su espalda y ella estaba avanzando con ello, tenía que enfrentarlos para poder resolverlos aunque para Camila aquello parecía imposible.
En su auto se dirigían rápidamente hacía la empresa que se había encargado de repartir la revista, Lauren se movió muy rápido, se había contactado con su padre y este se ofreció en ayudarla rápidamente, la ojiverde prácticamente había llegado corriendo a la oficina de su padre buscando alguna solución, por suerte Nathan estaba en su día libre y estaba ahí mostrándole su apoyo. Mike revisó cada nota y anotó varias cosas, Lauren estaba nerviosa mientras Nathan conducía y su padre revisaba algunos folios. Dejó su móvil a un lado mientras miraba por la ventana, Nathan le había prohibido manejar por el estado en el que se encontraba.
—Es muy difícil tomar riendas en esto. —Dejo salir su padre seriamente, sabía que estaba tomando el caso como una persona totalmente profesional. —Quienes repartieron las fotos lo hicieron primeramente por una página web y luego sacaron aquellas en una edición de la revista. Si tu amiga firmó un contrato no se puede hacer nada.
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¿Algún día te tuve? - CAMREN
Fanfiction¿Cómo hacer para olvidar lo que se ha vivido? Eso no lo borra el corazón.