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Nada fija tan intensamente un recuerdo como el deseo de olvidarlo. -Michel de Montaigne.  


Lauren subió lentamente su mano por la cintura siguiendo por su costado hasta llegar al cabello de la castaña, lo alejó levemente sintiendo como Camila se erizaba al sentirla tan cerca, cómo su respiración se aceleraba, llevo su rostro al cuello de la castaña sintiendo a la chica menor retorciéndose, estaba atrapada contra el cuerpo de Lauren y sabía que iba a ser muy difícil salir de ese estado. Había caído en un hoyo sin salida. Besó levemente el cuello de Camila haciendo que esta gimiera bajito, Lauren estaba fuera de sus sentidos. Giró a la castaña mirándola fijamente a los ojos y tratando recordar de qué color eran al verlos así de cerca, Camila sintió que moría, mordió su labio inferior haciendo que Lauren se aferrara más a la cintura de la castaña ¿Cómo eludir una situación como esta? No se puede simplemente pasar por alto. La ojiverde acercó más su rostro sintiendo la respiración caliente de Camila pegar fragante mente, quiso contener aquellas innumerables ganas de besarla en ese lugar, temía por cometer una locura porque sabía que en el momento de hacerlo no iba a poder parar.

Al momento de volver a perderse en esos labios no iba a parar hasta saciarse. 

Luchó contras sus fuerzas, Lauren no pudo contenerse más, terminó por morder el lóbulo de la oreja de la castaña, y ahí estaba aquel gemido que había descubierto hace segundos atrás, habían entrado en un caliente trance en donde tenían que hacer algo para que se enfriara. Camila estaba totalmente entregada al momento, cualquier cosa que pasara con ella en ese lugar dependía solamente de Lauren, estaba sumisa a ella.

Lauren llevó una mano a la nuca de Camila acercando su rostro y besándola fuertemente, Camila se sorprendió y sintió que sus piernas iban a fallar en algún momento. No tuvo más opción que llevar sus brazos alrededor del cuello de la ojiverde acercándola más como si eso fuera posible, ya estaban muy cerca. Lauren abrió sus labios complementándolos con los de Camila, mordiendo todo a su paso e intentando recordar aquel sabor a fresa que se había vuelto su adicción, aquella que la salvaba de todo. Recostó el cuerpo de Camila en el piano mientras sus manos vagaban por los muslos de la castaña, logro ponerla sobre el piano haciendo que Camila abriera las piernas levemente y aferrándose a Lauren como si su vida dependiera de ella. Lauren hundió sus manos bajo la camiseta de Camila haciendo que se estremezca, despegó sus labios mientras descendía un camino de besos mojados por la clavícula hasta llegar al cuello en donde no tuvo piedad y mordió, succiono y beso todo a su paso, Camila sentía que iba a morir en ese instante, 

Lauren empujaba su cadera creando una dolorosa fricción entre sus centros, la castaña tomó el rostro de Lauren y la beso, sus lenguas danzaban deliciosa mente en una guerra, las manos de Lauren parecían tener vida propia ya que ahora estaba en el pecho de Camila, esta que a su vez jalaba y enredaba en cabello de la ojiverde haciendo que la mayor gruña por aquel acto salvajismo.

Era un beso fuerte, salvaje, lleno de necesidad.


—Camila he traído tú....

Lauren se despegó de un solo movimiento de Camila, trató de reponer su estado y ni siquiera miró a Camila. La castaña miró a su mejor amiga quien estaba en shock, bajó rápidamente del piano y camino hacía Dinah quien parecía no poder moverse, Camila sentía que sus piernas dolían y su corazón quería salir de su pecho.

¡Qué había pasado!

Cerró la puerta y se recostó en ella.

— ¡Diablos! —Dinah se recostó en el pasillo mientras trataba de controlar su respiración, no podía quitar aquella imagen de su cabeza. — Chancho, ¿Pero qué mierda paso ahí? —Camila pasó una mano por su cabello mientras trataba de asimilarlo todo.

¿Algún día te tuve? - CAMRENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora