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Había sido su primera vez.

Si, de esas que se recuerdan, de esas que habías soñado varias veces y que iba a ser espectacular, no, no fue planeada como muchas, muchos describen aquella primera vez con la pasión entre aquellos besos de amor pero esta vez, en esta historia, no fue así, no de esa manera, fue real, no como en los cuentos, no como en los libros, realmente se vivió aquella primera vez de amor, aquella inocencia de los besos tomaron protagonismo en esa noche donde no importaba nada, no importaba donde estaban, solo eran ellas. Eran ellas en aquella noche, aquel 12 de junio. ¿Primavera? ¿Invierno? No importaba el tiempo, no importaban las estaciones. No importaba nada.

Muchas veces se había sentido como roca siendo golpeada por la fuerza de las olas del mar en la vida, esta vez, esa noche había estado navegando en el mar el cual una vez se había encargado de golpearla, se sentía muy joven para pensar en ese tipo de situaciones, no. No era solo perder la virginidad era más que eso, significaba más que eso. No era la cotidianidad del asunto, siempre había pensado que la primera vez, de esas que tanto hablan para ella iba a ser diferente, y así lo fue, cada pequeña parte de su cuerpo había sido recorrido con precisión y amor, cariño en cada beso...en cada caricia. Aquellos eran grande estímulos que la llevaban a otro lugar, aquella noche había salido de su zona de confort y había jurado no defraudarse ni arrepentirse y así lo fue...

¿Cómo era posible que el placer del cual tanto había escuchado en su primera vez fuera tan hermoso? Las palabras claves de "hacer el amor" no solo era llegar a un orgasmo, era recorrer aquel cuerpo que estaba dispuesto, ambos, mutuamente. Era conocerse, conocer cada punto débil y cada estruendo después de una caricia, era mirarse a los ojos y sabiendo que se hace lo correcto, que una sonrisa en medio de todo te haga sentir segura.

Así fue.

Así fue como Camila se sintió. Cómo Lauren hizo que todo fuera maravilloso.

—"El mundo me golpea como si fuera pieza de algún rompecabezas..."

—Aquello es muy metafórico. —Lauren la miró de reojo y sonrió.

—Las piezas con muy importantes.

— ¿Hablas de los rompecabezas? Los odio. —Camila sonrió por la expresión de Lauren.

—No, hablo en general, Lern. Digo piezas porque en mi vida cuando tengo alguna experiencia lo llamo así, aquello es una pieza, nuestras vidas son cómo un rompecabezas ¿sabes? Cada pieza es una experiencia y acorde a ello lo vas armando.

—Entonces es un rompecabezas infinito.

—La última pieza la encuentras cuando mueres.

—Eso...eso es muy triste.

—Mi vida es un laberinto.

—También es una opción.

Lauren dejo salir una risita y se acercó un poco a la castaña quien jugaba con el cabello de la mayor intentando no sentirse intimidada, ella aún se ponía un poco nerviosa.

—Me encanta cuando me miras así.

—Así...—Dijo pensativa. —¿Así cómo?

—Con esa mirada....

—¿Qué mirada?

—Con esa, Lern...

Lauren la miró sonriente y Camila se ocultó en su cuello pero volvió a mirarla segundos después.

¿Algún día te tuve? - CAMRENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora