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La música expresa lo que no puede ser dicho y aquello sobre lo que es imposible permanecer en silencio

Aquella sensación de sentir que está escuchando la misma canción, la misma letra que describe como esta su interior, cómo si ellas mismas trataran de componer su propia música. Aquel poder inquebrantable de la mezcla entre el amor y la música.

Siguió con su rutina de ejercicio trotando por la misma calle, no sabía cuánto tiempo había pasado, de seguro ya había pasado las ocho de la mañana y debería estar entrando al estudio, suspiró mientras quitaba sus auriculares y entraba al edificio.

—Oh, ya llegaste. —Dijo Vero sonriéndole mientras le servía zumo de naranja. —He preparado esto.

—Vaya, que generosa...—Dijo graciosa y su mejor amiga le dio un golpe.

—No olvides, es la cena de los sábados.

Lauren asintió mientras recibía un beso de su amiga en su mejilla, la ojiverde hizo una mueca de asco haciendo reír a Vero, aquella cena consistía solo en alguna pizza, nada formal, había acordado tener la siempre, sea como sea, así las cosas entre ellos cambien y ya no vivan juntos, Nathan Vero y la ojiverde habían prometido permanecer y sostenerse juntos hasta el fin, hasta que cada uno falte.

Encendió la alarma de su auto y colocó sus lentes de sol mientras caminaba hasta el estudio, era un día casual, no había mucho tráfico ni personas, amaba los días así. Tranquilos. Saludó al guardia con apenas una sonrisa y entró al ascensor.

— ¿Estas lista? —Se giró y miró a Normani, ¿Qué hacía ahí su amiga? Frunció el ceño, ¿lista para qué? —Lauren, ¿Dónde tienes la cabeza? En la noche saldremos a Texas.

Lauren entre abrió sus labios sorprendida, pero, ¿Qué día era? Asintió y entró a su oficina. No había arreglado nada, ¿cómo es que se le había olvidado?

Suspiró y se tomó una pastilla para el dolor de cabeza para después revisar algunos archivos y seguir componiendo temas, tenía alrededor de cinco canciones, la ojiverde sabía que no necesariamente trabajaba para Camila y que podía componer y escribir para otros artistas.

—Hey....el equipo de grabación ya está en Texas, saldremos esta noche. —Comentó Ryan y Lauren asintió mientras caminaba detrás de él.

Entró a sala de juntas, todas sus amigas estaban ahí, sin mirar a nadie se sentó en la última silla atendiendo a lo que Ryan decía.

—¿Estas enojada?

Reconocía aquella voz.

—No.. —Negó suavemente mientras sonreía, Sofia se había sentado alado suyo.

—Pero tus cejas están juntas y eso quiere decir que sí.

—Solo...estoy algo cansada, pequeña. —Acarició su cabeza.

Sofia se sentó en sus piernas sin preguntar mientras jugaba con el collar de Lauren, sabía que aquella pequeña hablaba en susurros para que nadie la escuchara ya que los mayores estaban hablando.

— ¿Ya habías ido a Texas? —Preguntó la pequeña y Lauren negó. —Yo tampoco, ¡Es emocionante! —Dijo para después tapar su boca dándose cuenta de que había gritado.

Lauren sonrió mientras miraba a Camila quien se había percatado de la situación.

Ahora, toda la atención de la castaña estaba sobre su hermana hablando con Lauren. Sonrió al darse cuenta de la mirada que Lauren tenía cuando estaba con su hermana, era increíblemente tierno, sabía cuánto Sofia quería a Lauren y era testigo de cómo aquella pequeña la admiraba.

¿Algún día te tuve? - CAMRENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora