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Anfetaminas.

Produce efectos placenteros, hiperactividad y sensación desbordante de energía. Pero también causa temblor, ansiedad, irritabilidad ira inmotivada y repentina y trastornos. Suena excitante sobre todo si estás dispuesto a hacerlo.

Una droga muy poco común.

Lauren notó aquel comportamiento extraño de la castaña mientras seguía escuchando lo que la rubia le decía, había podido entablar una pequeña conversación con la chica, lo tuvo difícil. Miró a Camila comportarse de una forma muy extraña, conocía aquella actitud, Lauren se asustó, notó que Lucy estaba en el mismo estado incluso peor.

—Sabes si dejaron entrar algún tipo de drogas en la fiesta? —Le preguntó a Bright. La rubia frunció el ceño ante su pregunta.

—No que yo sepa. Pero ya sabes cómo son las fiestas, de seguro cocaína o éxtasis.

Lauren pensó un poco en si Camila había ingerido aquellas drogas, estaba asustada. Buscó a su amigo con la mirada pero lo encontró muy cerca de la puerta tratando de escapar del humo que se había formado, aquella fiesta estaba tomando un rumbo y no muy bueno. Cerró los ojos al sentir aquel humo entrar a su sistema, ¿recuerdos? No ella no podía volver a aquello, trató de relajarse y llegó hasta donde estaba Camila, le colocó su chaqueta. Notó que sus manos temblaban al tocarla, la castaña no se había dado cuenta de su presencia y seguía bailando, Lauren la abrazó por la cintura.

—Hueles muy bien... —Escuchó la suave voz de la castaña, Lauren quiso correr muy lejos.

Caminó hasta la salida y Nathan frunció el ceño al ver. Pudo jurar que incluso estaba sorprendido, era de esperarse. Lauren sintió como el cuerpo de la castaña perdía fuerzas y se desmoronó, la ojiverde logró sostenerla y la tomo en brazos.

—Ayúdame, no te quedes ahí.

— ¿Estás segura de eso? —Apuntó hacía Camila quien parecía estar desmayada.

—Sí, ahora vamos. No sé qué tomo pero no está muy bien. Está sudando y eso no es normal. —Su amigo asintió inseguro y nervioso, abrió la puerta para que Lauren pasara con mucho cuidado tratando de no mover mucho a Camila.

Caminaron hasta el estacionamiento y subió a la castaña en la parte de atrás con mucho cuidado, Lauren tomo asiento a su lado dándole su calor, podía oír cómo decía algunas palabras que no tenían sentido.

—Joder, se ve muy mal.

—Conduce, vamos a una farmacia.

Nathan encendió el auto muy nervioso por eso. Si así estaba aquella castaña no quería imaginar el estado en que Lauren había pasado años atrás. Llegó a la farmacia más cercana y bajó a comprar lo que Lauren le había dicho, regresó corriendo y poniendo todas las cosas en el asiento de copiloto.

Lauren sintió miedo al ver aquella situación.

Sabía que hacer. Tenía conocimiento de aquello, tenía mucha experiencia. Notó como la mano de Camila se agarró fuertemente de su camisa, de seguro tiene una pesadilla. O estaba alucinando. Lauren no estaba segura de cuanta droga había ingerido o quien había sido el culpable de esto, sentía ira por saber que en el mundo había personas de ese tipo. Solo se agradecía internamente por darse cuenta de la situación de la castaña.

Llegaron al edificio y la ojiverde tomo en brazos a Camila quien parecía tener fiebre.

—Verdes, esto está mal. ¿Por qué no la llevamos a un hospital? —Preguntó el chico siguiendo a su amiga mientras entraban por el elevador.

¿Algún día te tuve? - CAMRENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora