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"Lo que parece ser el final, suele ser en realidad un nuevo comienzo"

Flashback.

Lauren miraba por la ventana de su habitación en aquel lugar de rehabilitación. Había sido el primer mes y sentía cierto tipo de necesidad quemaba su cuerpo, su garganta estaba seca. Droga. Alcohol. Aquello necesitaba, sabía que eso iba a ser muy difícil pero tenía que lograrlo. Lo había prometido y las promesas se cumplen.

Pudo observar a varias personas tratando de escapar, aún sentía sus venas doler de tantas inyecciones de algún tipo de medicamento. Era gracioso pensar que eso iba a ayudar aunque sea un poco. Cuando oía sobre esto pensaba que solo era una escusa, que las personas que entraban en rehabilitación no lograban salir de ese hoyo y morían en el intento. Pensaba que quizás esta clínica era eso y que ese iba a ser el lugar donde iba a morir en los próximos días. Había caído muy bajo. En un rato tendría que ir donde su psicóloga, era de mucha ayuda poder conversar con alguien quien es consciente de lo que estás viviendo, se preguntaba si realmente esas personas hacían eso para dar algún tipo de solución o simplemente por su jugoso sueldo en hospitales o escuelas para tratar aquellas problemáticas. Sentía admiración ya que tal vez aquellas personas veían cosas y eran testigo de ellas. En algunos casos, extremos. Camino mientras trataba de recordar aquella sala, no le gustaba el color blanco de aquel pasillo, parecía muy pálido y el olor a centro psiquiátrico era inaudito. Sentía que se mareaba. Algunas veces creía que esto no era un hospital de rehabilitación ya que la mayoría de las personas en el lugar parecían....locas, ¿así era como su vida terminaría? ¿De esta manera? ¿perdiéndose en ese hoyo oscuro sin salida? No lo sabía. No estaba segura de ello. 

Llegó a aquella puerta en donde tenía que entrar cada fin de mes. Ella la llamaba la puerta de la salvación ya que al leer el nombre de Nicole Hamilton, especialista en psicología sabía que iba a encontrar algún tipo de respuestas para su mundo y saciar la necesidad de consumir algún tipo de drogas. Dialogar le ayudaba y mucho.

—Hola, Lauren Jauregui ¿Lista para obtener respuestas? —Lauren solo asintió y se recostó en el cómodo sillón. Se sentía mejor que la cama de su habitación. —Bien, empecemos. —La chica de aproximadamente veintiséis años tomo una libreta y colocó sus lentes. Lauren se preguntó que hacía una chica como ella en esos lugares, era demasiado joven para eso.

Parecía muy inteligente.

— ¿Por qué se llama esto rehabilitación? Digo, nos salvan de las drogas pero nos curan con ellas. Los medicamentos son eso, es extraño.

—Lose, pero digamos que esta es una droga...buena. —Lauren rió simplemente escuchando aquella voz, trato de recordar algunos temas sobre los cuales quería tratar. —¿Algún tema en específico? —La menor asintió.

La psicóloga la miró impaciente, siempre había sabido que Lauren era muy inteligente y los temas que tenía eran siempre entretenidos, ella no lo admitía pero cada vez que la ojiverde entraba en aquella sala aprendía algo nuevo y hacía que se cuenta del maravilloso trabajo que tenía.

—La muerte. Ese es el tema que quiero tratar hoy. ¿Qué es la muerte? —Dijo después de algunos minutos.

—La muerte es una realidad, Lauren. Y no la podemos eludir. —La ojiverde frunció el ceño al escucharla. —Todos alguna vez moriremos; sin embargo cuando sabemos que eso ya es inevitable tratamos de aferrarnos a la vida, rebuscarnos. Saber quién eres. Saber que todo tiene sentido ¿Lauren Jauregui tú quién eres?

—Yo soy yo. Simplemente eso. —Nicole sonrió con satisfacción al escucharla. Lauren tenía una mejor idea sobre que es la muerte.

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¿Algún día te tuve? - CAMRENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora