¿Drogada?

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Al instante me topo con una señora. Y casi me tumba al suelo. Claro, día de aventar a Azuki.

-Disculpa... ¿Azul Murphy?- murmura

-Se equivoca.

-Hola, soy Yoshi. Me encantaría ser representante de alguien con tanto potencial como tú. Mirate, estas más hermosa que antes...

-¡Ya le dije que no soy Azul Murphy!- grito enfadada, intentando desahogarme del momento anterior. Pero quizá ella no sea la ideal.-Lo siento.

-Ah, no importa.- contesta enfadada y casi en tono sarcástico.

-Como sea.

Camino rápidamente a otro lugar de la universidad y me encuentro vagando depresiva hasta que llego a una cafetería.
Creo que una buena manera de desahogarme es con algo de comida.

Entro y me siento en una mesa apartada, en una esquina con vista hacia fuera.

Espero a que venga el mesero hasta que me doy cuenta que soy yo quien tiene que ir por la comida, dejo mi chamarra para que sepan que la mesa ya esta ocupada y voy a formarme en una corta fila.

-Hola- dice alguien detrás de mi

Volteo

-Hola.

-¿Eres nueva? No te había visto antes.

Es un chico, de cabello castaño oscuro, se ve de los chicos malos y populares de la universidad, de unos... Veintiún años.

-Si.

-Bien. Me llamo Yuko Hito. Soy un chico de los más conocidos aquí.

-Muy bien- contestó y me volteo a mi lugar. Realmente no estoy de humor para hablar con gente como él.

-¿Como te llamas linda?- insiste. Pero me molesta que me llame así. Solo hay un chico que puede decirme cosas bonitas, y no es él.

-Como me pusieron mis padres.- contesto y pago una malteada de fresa. Con galleta, vainilla, chispas de chocolate, canela y mucha nieve.

El tipo Yuko chasquea la lengua en disgusto.

-Eres bastante reservada.- dice en tono de reclamo.

-Tengo novio- contesto - y no tarda en llegar.

-Oh, no te preocupes por eso. Podemos pedirle permiso...

Me retiro unos pasos lejos de él. ¿Pero qué se cree este tipo? Por suerte me dan mi malteada rápidamente y me voy a mi mesa.

Me la comienzo a tomar. Está deliciosa. Entonces llega Yuko y me arruina el momento.

-¿Al menos podrías decirme tu nombre?- pregunta- ¿Por favor? Lamento si te ofendí hace rato.

Bueno... No es un chico tan malo... Sabe disculparse...

-Me llamo Azuki Meko.- contesto

-¿Podría sentarme aquí señorita Meko?- pregunta.

Ha dejado su actitud altiva a un lado, creo que puedo soportarlo.

-Está bien.

Se sienta enfrente de mi, con un trozo de pastel de chocolate. Como L...

Miro mi malteada. Creo que ya no la quiero.

L prefiere a la rubia oxigenada de Misa Amane que a mi. ¿Por qué? ¿Hago algo mal? ¿Ella tiene mejor trasero que yo?
Debe ser eso. Tengo que mejorar mi trasero.

-¿Que piensas con tanta concentración?- pregunta Yuko

-En una rutina para mejorar mi trasero.- contesto. -¿Crees que debería hacer sentadillas o correr?

Se ruboriza un poco.

-Yo... No tengo idea- contesta y se mete un pedazo de pastel a la boca con incomodidad.

Quizá... Quizá mi trasero no sea del tamaño adecuado.

-Oye Yuko- lo llamo

Levanta la vista de su pastel. -¿Me dijiste Yuko?

-Si. ¿Algún problema?- pregunto. Ahora resulta que no quiere que le diga por su nombre.

-No. Eres de otro país, ¿Verdad? Lo que pasa es que en Japón no se acostumbra a llamar por el nombre a alguien, a menos de que sean personas muy cercanas o...

-Como sea- interrumpo - ¿Crees que tengo buen trasero?

-¿Eh? Yo... Creo que no puedo contestar eso... ¿Y si le preguntas a tu novio?- dice y hace una mueca al pronunciar la palabra novio. ¿Todos los chicos son así de difíciles?

-Pfff. Mi novio- murmuro

Mi novio prefiere a Misa. Bueno... Aunque no es mi novio... Bueno, si lo es pero él no lo sabe.

Me volteo a tomar mi chamarra. Creo que no es tan mala idea preguntarle al mismísimo L, me pregunto qué gesto pondría. Ademas, puede que L tenga gustos distintos a los de este tipo. En cuanto a la rutina... Creo que la elegiré conforme a lo que me diga.

Me la pongo y volteo a seguir tomandome mi malteada. Sabe un poco extraño. Quizá es porque ya no tengo hambre.

Yuko me mira mientras me la tomo y se ríe.

-¿Qué?- pregunto

-¿Sabes por qué soy tan conocido?- pregunta

-Ni idea- contesto terminandome mi malteada.

-Porque siempre consigo lo que quiero.

Entonces siento el mareo. Valla. El sabor de la malteada supongo que era algún tipo de droga...

Alterada, me volteo a un lado e intento vomitar, sale algo de la malteada, pero creo que ha hecho efecto y por poco me caigo encima de mi vomito, si es que Yuko no me hubiera atrapado. 

Siento que no controlo mis movimientos mientras lo golpeo para liberarme y todo me pesa. Entonces Yuko me carga.

-Meko, no creí que pesaras tanto- murmura. Veo los ojos de todas las personas de l cafetería puestos en nosotros, pero no me puedo mover. Creo que estoy diciendo cosas, que ni yo misma entiendo.

-Disculpen- dice a todos.- Creo que mi chica es intolerante a la lactosa y está algo... Mal. La llevaré a enfermería y vengo a limpiar esto en un momento.

-Veamos si tu novio puede encontrarte en mi casa- susurra en mi oído mientras salimos.

Vaia Vaia. Y ahora soy yo-la que vomita por-todos lados... Raios, es mi finnn. Y mi L vendrá por mi en el secuestro ¡Yey! Será el secuestro del siglo... jajajaja, con el mejor detective del siglo. Y yo soy la secuestrada, jajajaha.

Creo que comienzo  perder el hilo de mis pensamientos y mi coherencia...

Mi salvadora -LDonde viven las historias. Descúbrelo ahora