Arrepentimiento

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NARRA Azu. M.

Despierto con un fuerte dolor de cabeza. Ya no volveré a ir a la universidad en mi vida. La gente cada vez es peor.

Estoy envuelta el colchas y una toalla, así que me cambio con una ropa normal, mi falda y una blusa. Supongo que habré llegado usando mis instintos y arrojado a la bañera, luego yo sola me limpie el vomito, y como estaba tan débil, debí de enrollarme con estas colchas y quedarme dormida.

Es frustrante no recordar, pero como sea. L no me ayudó. El estaría con migo si fuese así. Pero no. El prefiere a Misa.

Me pongo a limpiar todo el apartamento. Muevo algunas cosas de lugar. Acomodo todo. Una remodelación completa por así decir.

Una vez que termino, en la noche, escucho que llaman a la puerta y abren. Supongo que es L. Pero no tengo ganas de verlo. Aun me duele, aunque no quiera admitirlo.

Me voy a la cocina y saco leche del refrigerador, tomo un vaso de la alacena y me le sirvo.

-Supongo que una explicación sería correcta.- dice

-No sé a que te refieres- contesto y bebo un poco de mi leche.

Se acerca hasta quedar detrás de mi, separados por un corto espacio. Cierro los ojos. No quiero llorar. Creo que simplemente debí de irme a mi casa o llamar a Rose o cualquier cosa.

Pero eso hasta yo lo sé. No sería capaz de dejarlo. No otra vez. No con su vida en juego.

-Pensé que si sabrías.- comenta

-Y aunque lo supiera ¿Que? No te tengo que explicar cada cosa que hago en mi vida- contesto y me volteo hacia el - No tengo que explicarte si salgo o no, con quien, o de la manera en que...

Levanta la mano y pone la punta de su dedo índice en mis labios.

Corazón, resiste.

Me sujeto de la mesa para evitar caer. Me tiemblan las piernas y mi respiración se agita.

-Me refería a mi. Pero en cuanto a eso que dijiste, estás equivocada. Tienes que explicarme si sales o no, porque vives por ahora aquí. Tienes que explicarme con quien, porque yo te lo pido. Y tienes que explicarme la manera en que burlas mi sistema de seguridad, porque creeme, hasta que tu lo lograste me parecía de bajas posibilidades que alguien lo hiciera.

Quita el dedo de mis labios y se acerca aun mas, hasta sentir su respiración. Sus ojeras se ven menos marcadas, como si hubiera dormido unas horas, pero aún no lo suficiente.

-Ahora, va mi explicación.

-No- susurro. Solo quería apartarme, pero siendo honesta, tenia la necesidad de besarlo ahora que lo tenia tan cerca. Sin duda sabe como debilitar mi carácter. - No me expliques nada, aunque no sé que quieras explicar, supongo que estas en lo correcto y no merezco que me digas el por qué de las cosas. Es tu vida.

Me alejo de el.

-Entiendo. Aún así te lo dire- comenta mientras camina a la salida- Tenia que tomar el teléfono de la señorita Amane. Pude haber muerto si no lo hacia. Ahora ella esta inculpada de ser el segundo Kira, esperamos su confesión. Pero tu, no te puedes ir aun. Sigues en sospecha.

Y con esto cierra la puerta. ¿En sospecha yo? Ni el mismo se lo cree.

¿Pero como no lo vi? Sus años de vida... No puedo dejar de usar los ojos shinigami. Tengo que cuidarlo.

El le tocó el trasero porque necesitaba el telefono ya que puede que alguien le pidiera que lo matara... Light se lo pudiese pedir... Pero ella necesita saber el nombre de L. Entonces ella tenia los ojos shinigami.

Tiene los ojos. Vio su nombre.

Y es mi culpa no cuidarlo.

Arrojo el vaso con leche a la pared y se rompe al ser de vidrio. Pudieron haberlo matado hoy mismo, y yo solo deprimiendome. Necesito enterarme del caso, y cómo es que la encerraron, en qué condiciones está.

Recojo los vidrios y limpio. Voy a hakear algunas cosas, y voy a saber que pasa con exactitud.

Seguro es imposible Hakear su computadora... Pero las de su equipo puede que no. Y con una de esas, puedo ver por las cámaras, encontrar la celda de Misa, supongo que debe estar en el edificio, y así espiar y ver que hace.

Mi salvadora -LDonde viven las historias. Descúbrelo ahora