Plan

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Por la mañana apenas al despertar, con uno de los celulares desechables que tenia escondidos, llamo a Jamie.

-Soy Sugar. ¿Donde están?- pregunto

-El equipo y yo nos hospedamos en un hotel. Ya estamos aquí. ¿Esperamos que nos cites para reunirnos en un lugar cuando nos llames? Estamos listos.- contesta Jamie resumiendo mi llamada, sabiendo que no puedo hablar mucho con tanta vigilancia en el edificio de L.

-Si. - contestó y cuelgo

Después de eso, se borra la llamada y ya no se podra realizar ninguna otra. Despedazo el celular. Ventajas de que sea desechable.

Me visto normalmente, y voy hasta el piso de investigación. Parece que ahora si están trabajando normalmente, cada quien en su computadora. Sin embargo el ambiente se siente tenso.

Nadie voltea cuando llego, ni me hacen caso cuando les doy los buenos días.

-¿Gustan algún desayuno?- pregunto. Todos siguen sin hacerme caso. Al no recibir ninguna clase de respuesta me comienzo a sentir ignorada.

Aun así... No creo que puedan resistirse a un buen desayuno.

Voy a la cocina y les preparo un rápido y delicioso platillo que supongo que debe gustarles ya que es oriental. Lo sirvo en platos blancos de porcelana y los decoro de manera que se ven antojables, además, para L he hecho unos ricos cupcakes de fresa y chocolate.

Voy llevando plato por plato a cada persona. El jefe Yagami da gracias. Z asiente sin mirarme. Matsuda tiembla y se encoje en su asiento cuando dejo el plato cerca de el. Light sonríe.

Vuelvo a la cocina y le llevo los cupcakes a L. No mueve ni sus ojos de la pantalla. Ni me saluda.

Bueno. No importa. A nadie le importa. Que haga lo que quiera.

Montón de personas ignoradoras. Ni que me importaran tanto.

Enfadada salgo del edificio con otro telefono desechable y le marco al equipo del robo.

-En el parque de diversiones en 1 hora.- digo a Jamie cuando me contesta, luego cuelgo y destruyo este teléfono también.

Voy al parque de diversiones y me compro un desayuno de un sándwich y una soda, que cuestan el triple que en una tienda normal, y espero la llegada del equipo.

En la hora acordada llegan, como cualquier grupo de amigos, y se sientan conmigo, según les indica Jamie.

La mayoría me miran sorprendidos mientras yo los analizo.

Jamie, el que se encarga de Hakear cualquier sistema, alias Gominola.

Hanna, una rubia de mi edad de apariencia dulce, encargada de desaparecer a cualquier estorbo en el plan, guardias, alarmas, con lo que sea necesario hacer, alias Candy.

Michael, un hombre mayor que yo, inspira confianza, encargado de salir con el monto total, descifra claves de cajas fuertes, reconoce todo tipo de billetes y siempre escoge los mas grandes, alias Piruleta es hermano de un chico como de mi edad, John delgado y agil que en caso de que suceda algo inesperado actua con velocidad, alias Russel Chocolate.

Y por ultimo Lenna, poco mayor que yo. Es la de vigilancia. La mas cobarde de todos, aprovechamos esa actitud para detectar cualquier posible peligro, además de saber conducir cualquier tipo de vehículos. Alias Caramel.

-Vaya, vaya, asi que tu eres nuestra querida jefa, Sugar Marshmellow- murmura John– Pense que no existias. Pero creo que eres mejor de lo que pensaba.

-¿Y eso que te has unido al robo? Jamas manchas tus manos. Solo creas planes perfectos.- dice Hanna

-Estoy aquí- susurro- para cometer el robo del siglo. Ni una huella. Ni una prueva. Nada de alarmas. Quiero perfeccion en su trabajo. Quiero el mayor esfuerzo, con todo lo que han aprendido en este tiempo. Aquí las alarmas son distintas, los codigos también, la manera en que todo se maneja… Voy a necesitar varias cosas. Primero, John compra una avioneta sin levantar sospechas y cambia su apariencia, segundo, Hanna, tu y yo iremos a un buen banco a crear una cuenta para mi como empresaria. Y tercero y la mas importante, quiero que se familiaricen con Japón. En dos días llevamos a cabo el plan, que es este que les voy a contar...

Mi salvadora -LDonde viven las historias. Descúbrelo ahora