Narra L
Entro a su habitación. Es un total desastre. Frascos de mermelada en un lado totalmente vacíos. Pedazos de galletas y una miniatura de restos de manzana.
-Veo por qué no querías que viniera- murmuro- Tu habitación es un desorden.
-Lo siento L.- susurra bajando su cara avergonzada. Luego la levanta y mira al frente como retando algo o a alguien.
-Como sea. Solo necesitamos la cama.- digo.
Me recuesto en su cama a su espera. Siento una presión en mi estómago. Sinceramente quiero algo más que un simple beso. Casi dos semanas tratando de evitarla, intentando superar mi nueva costumbre de besarla suavecito con cada pastel que me hace...
Va al baño. Supongo que por almohadas y colchas. Luego regresa y acomoda algunas encima de mi como supuse. Coloca las manos en su cintura y me mira sin recostarse.
¿Que espera?
-¿No vienes?
-Si, solo... Me cambio.- contesta tensa. Parece incluso nerviosa. ¿Esperara lo mismo que yo? No. Parece incomoda por algo más.
Va de nuevo al baño a vestirse con su pijama.
Regresa con un top de terciopelo rosa y un short de licra. Me gusta.
Alto. ¿Gusta? ¿Ella me gusta?
¿Y por que no? Es inteligente y hermosa.
No. Solo me atrae. Segun lo que siento debe ser solo atraccion fisica.
Además, primero tengo que resolver el caso Kira. Es más importante que ella. Y hasta que no lo resuelva se encuentra en un peligro potencial. Tengo que establecer mis prioridades. No puedo estar distraído. Primero es el caso, cuando lo resuelva puedo casarme con ella y...
¿Que? No. Nadie se va a casar. Es peligroso. Además estaría aun mas distraído si tuviéramos a un pequeño L...
¿Acaso estoy pensando en hijos? ¡Basta L, concentrate!
-Creo que voy a continuar- susurra
-Me parece justo- contesto. Sube sus manos por mi brazo hasta mi cuello, se acerca a mi. Siento su respiración agitada y comienza a tocar mis labios con los suyos. Jadea un poco.
Si sigue así serán 5 L's
Paso mis manos por su cintura. Su piel es suave. Sus labios son dulces. Me gusta lo dulce.
Me doy la vuelta llevándola conmigo. Titubea un poco y casi se separa de mi boca. Pero es algo que no he sentido nunca. Puede que sea porque es la primer chica con la que hago todo esto, o con la que tengo contacto o el único secreto que le escondo a Watari. Pero es como hambre. Algo que no se calma con un simple beso igual que antes.
La abstinencia no hace bien, comprobado por mi, en base a numerosos estudios que demuestran que 7 de cada 10 personas recaen en la adicción con más fuerza después de dejar el vicio a si lo hubieran continuado por tres años.
Subo la mano y la interno entre su top y su espalda. Difícil es saber cual de las dos cosas es mas cálida o suave.
Recorre mi espalda hasta encontrar el borde de mi camiseta y toca mi piel dándome un intenso escalofrío. Va subiendo lentamente. Mi respiración se agita. Pero parece un poco incomoda...
De un salto se incorpora molesta y señala la pared de enfrente.
-¡Callate! ¡No compraré nada para ti mañana!
¿Que?
Se queda así unos segundos. ¿A quien le dijo? ¿Comprar qué? Eso lo veré con el tiempo, sin embargo... Hay una gran posibilidad de que sean galletas o manzanas o mermelada. Lo poco que la he vigilado, no he visto indicios de que le guste alguna de esas cosas. ¿Pero a quien se las compraría? Tendré que activar todas las cámaras de nuevo.
Voltea y clava sus ojos en mi.
-Se que no me lo decías a mi. Entonces ¿A quien?- pregunto. Igual se que no me contestará la verdad.
Su mirada se vuelve mas oscura bajo los lentes de contacto negros. Seguro el cambio de color de iris. De rojo a gris. Algo tiene que ver en esto. ¿Que me oculta? ¿Por qué? ¿No confía en mi?
Debí de pedir que se los quitara antes.
Me desilusiona que me mienta. Quizá ese sea su unico desperfecto.
-Olvidalo. Duermete pastelito- susurra enfadada
Se aleja de mi y se cubre la cara con las manos, frustrada.
¿Pastelito?
Ya. Concentrate L.
¿Que la frustra? ¿Por que no me cuenta? ¿Cree que no puedo solucionarlo?
-Supuse que contestarias eso. Otra cosa que no me dices.
Yo puedo resolver todo. Odio que las personas no confíen en mi.
Me doy la vuelta y me acomodo en una posición cómoda. Ya debería estar suplicando mi atención. Pero no lo hará, no hace nada de eso cuando intento descubrir qué me esconde.
-L...
Se escucha arrepentida. Pero debería de contarme, decirme la verdad. No ocultarme las cosas.
-Dejame dormir. Buenas noches.
Acompaso mi respiración. ¿Me dará alguna pista más si finjo dormir? La mayoría de las personas lo hace cuando cree que no esta siendo escuchada, ya sea consiente o inconscientemente.
Despues de tres minutos me abraza rodeando con sus delicados brazos mi torso. Respirando en mi cuello.
-Lo lamento. Hay cosas que no te puedo decir, pero eso no significa que no te ame. Buenas noches, pastelito.- susurra.
¿Me ama?
No...
No puede hacer eso.
Tengo que hacer algo. ¿Que pasa si Kira me mata? Además... Si me amara ¿No me diría la verdad? ¿No confiaria en mi?
No puede amarme... A alguien como yo... Ni siquiera la trato dulcemente. Debe estar loca.
Y yo debo estar aun peor al mantenerla aquí; pero no puedo... No. No quiero que se vaya.
Lo unico que puedo hacer es que se de cuenta de que comete un error. No puede amarme. Es por su bien... Supongo.
Y cuando se sienta tan mal que llegue a odiarme y ella misma se querrá ir. Con su familia de nuevo.
Aunque ni siquiera sé si tenga familia. Empezaré por averiguar eso... Y su identidad verdadera.
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Mi salvadora -L
FanfictionYo he buscado por años a mi amigo L que esta a cargo del caso Kira. Hace tiempo mi madre adoptiva y yo nos mudamos a Japón. Fue cuando obtuve la primer pista del paradero de L.