Mi salvadora -L

Realidad

NARRA Azu. M.

Después de instalar el equipo en mi habitación veo como L muerde a Matsuda, el joven idiota, como lo llaman.

Eso es... Un poco...

Bueno, es bastante raro. Raro hasta para L.

Luego me duermo. Al despertar veo que L tiene un letrerito sobre su mesa que dice "pastel" frente a una cámara principal.

Corro de inmediato al refrigerador y tomo un pastel de fresas. Entro al elevadory despyes de bajar los pisos necesarios, corro con L. Su equipo parece dormido.

Me acerco a L en silencio y le doy el pastel.

-¿Por qué lo mordiste?- pregunto mirando a Matsuda con resentimiento.

-No quería que supiera lo de tu y yo- contesta L mirando su computadora. Toma una cuchara y corta un pedazo de pastel.

-¿Lo de tu y yo?- pregunto. Me empiezan   a llegar muchos nervios. L se levanta y deja el pastel a un lado. Se acerca a mi. Doy pasos atrás hasta recargarme en la pared y luego el recarga su brazo encima de mi cabeza.

-¿L?- pregunto. La voz me tiembla también

-¿Lo habrías mordido tú?- pregunta y acerca su cara a la mía. Cierro mis ojos en un intento ultimo de controlarme. Siento su respiración junto a la mia, y puedo oler a la perfección los dulces que ha comido hoy.

-Puede que si- susurro atontada.

Se acerca un poco más.

-No te hubiera dejado- susurra en mi oído. Posa sus labios en mi mejilla y va recorriéndolos muy lentamente a mi boca mientras sonríe.

-¿Recuerdas nuestro trato?- pregunta

-¿Trato?

Lo siento pero solo tengo memoria para la sensación de tus labios L.

-Si. Beso a cambio de Pastel.

Muerde un poco mi labio inferior. Me toma la mano derecha.

-Si- consigo susurrar.

Entonces me golpea la cabeza.

Abro los ojos asustada y desconcertada.

-Creí que te estabas ahogando- murmura Hu. No respirabas y estabas muy roja.

Arruinaste... Mi... ¡Sueño!

-Parece molesta. Te lo dije Hu, solo estaba soñando llevarse a L a la bañera- dice B mirando a la ventana

Si no estaba sonrojada ahora lo estoy.

-Nno... B, claro que no.

-Eso me reafirma mi suposición.- comenta él

Miro a Hu en busca de ayuda, pero ella solo se encoje de hombros.

Entorno los ojos. El ultimo lugar donde los poso es en las pantallas donde observo a L. Y hay otra cosa.

Un letrero que dice "Pastel, por favor" y el numero de habitación.

Suspiro. ¿Quien dice que los suelos no pueden hacerse realidad? Veamos a ver que pasa...